Europa mira a España por la primera repatriación de un contagiado de ébola

B. P. L. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El Gobierno negociará con la orden religiosa los 30.000 euros que costó la operación

19 jul 2021 . Actualizado a las 18:26 h.

La Unión Europea mira a España para estudiar el protocolo llevado a cabo con la primera repatriación al continente de un contagiado con el virus del ébola. Países como Francia e Inglaterra han formulado peticiones de información ante el supuesto de que tengan que enfrentarse a un caso similar al que ayer trajo a España al misionero español Miguel Pajares, que a las 8.10 horas aterrizó en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) en un avión militar medicalizado procedente de Liberia. El sacerdote fue ingresado en el hospital Carlos III a las 9.30 horas en medio de un fuerte dispositivo de aislamiento y seguridad.

Con él viajó en el avión la religiosa de origen guineano y pasaporte español Juliana Bonoha Bohé, que no está infectada con el virus del ébola, aunque todo parece indicar que sí padece fiebres tifoideas, por lo que permanece igualmente aislada.

Según los primeros informes médicos facilitados a su llegada, el sacerdote español presenta una «situación clínica estable». Respira espontáneamente y no presenta hemorragias, que es uno de los principales riesgos de contagio. El jefe de medicina Intensiva de La Paz-Carlos III, Abelardo García, señaló que estos factores hacen que el sacerdote tenga «muchas posibilidades» de mejorar y que su curación sea tan solo «cuestión de ganar tiempo», según recoge Europa Press. Los especialistas aseguraron que sus posibilidades de recuperación aumentarán en la medida en que los 21 días de incubación del virus los pase vigilado para atajar cualquier descompensación.

Gastos de la repatriación

Una vez concluida la repatriación de los dos religiosos, el Gobierno iniciará ahora las gestiones con la Orden Hospitalaria San Juan de Dios para tratar cómo se financian los 30.000 euros que ha costado fletar el A310 militar, según cálculos realizados por Colpisa en función de las horas de vuelo y estimaciones del combustible consumido. Hasta ahora el Ejecutivo ha corrido con todos los gastos.

«La orden es quien ha solicitado la repatriación», recordó Mercedes Vinuesa, directora general de Salud Pública, que no concretó si se espera que los religiosos paguen solo una parte o el montante total. Lo que sí dejó claro es que la factura del tratamiento sanitario correrá a cargo de la Comunidad de Madrid.

Críticas de la oposición

En el caso de cobrar el traslado, sería la primera vez que un Ejecutivo español aplica a rajatabla la norma y se encontraría con las protestas de la oposición. Desde el PSOE se aplaudió ayer el traslado a España del religioso pero se defendió que sea el Ejecutivo el que se haga cargo del coste de la repatriación. Gaspar Llamazares, de IU, calificó de «despropósito» el intento de cobrarle a la comunidad religiosa y el diputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán cuestionó la intención del Gobierno y advirtió: «Las cosas no se hacen así».

Mientras, la Orden de San Juan de Dios mira ahora por el estado de salud de los compañeros que todavía permanecen encerrados en un hospital liberiano: los religiosos Georges Combey, Chantal Pascaline y Paciencia Melgar, el administrador del centro Eugene Osei-Wusu y el enfermero voluntario camerunés William Ekeurm, que está atendiendo a Chantal y Paciencia, quienes siguen en «mal estado de salud».

«Estamos esperando la muerte», aseguró a Europa Press la hermana Catherine, una de las religiosas que, junto a las misioneras Chantal y Paciencia, permanecen aisladas en Monrovia. Los religiosos reclaman ahora ser trasladados a España al igual que sus hermanos: «Llevamos cuatro o cinco días pidiendo y pidiendo y pidiendo pero no habido forma», señaló.