El tesoro ornitológico del noroeste

La Voz

SOCIEDAD

18 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La riqueza avícola marina gallega tiene su principal fundamento en su posición geográfica. Estar en la esquina de España tiene, en este caso, algunas bondades. Por aquí no solo pasan petroleros. Un gran número de especies de aves migratorias han sentado su base de operaciones en Galicia, con lugares claves para la invernada y convirtiendo la comunidad en una auténtica área de descanso. Pero no solo las que migran encuentran en tierra gallega un hábitat acogedor. También las hay que nidifican aquí o las que disfrutan todo el año del variopinto clima y relieve del noroeste ibérico.

Las nuevas cinco zonas ZEPA se suman a las quince ya existentes y que recorren la costa por parajes como la ría de Ribadeo; la más pequeña de Foz, la de Ortigueira e Ladrido; los litorales de Ferrol-Valdoviño; la Costa da Morte, Corrubedo, el complejo intermareal Umia-O Grove, los archipiélagos de Ons y Cíes o el estuario del Miño. También los abrigos interiores de Os Ancares, Enciña da Lastra, Pena Trevinca o A Limia.

Un conjunto faunístico de enorme importancia comunitaria que también ha recibido críticas, tanto por parte de naturalistas por el escaso territorio gallego protegido incorporado, como por vecinos que creen que la inclusión en la ZEPA ha sido más un engorro que una bendición. De todos modos, la ampliación supone un reconocimiento a la riqueza avícola de esta esquinita.