«Jamesbon» pone rumbo al Caribe

nacho blanco REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Una tortuga común, hallada en enero por un vecino de Bueu en la playa de Bon, fue devuelta ayer al mar tras un delicado proceso de recuperación

17 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Una tortuga marina común (Caretta caretta) que responde al simpático nombre de Jamesbon, por haber sido encontrada en la playa de Area de Bon, en Bueu, fue liberada ayer en la ría de Arousa tras cinco meses de recuperación.

El puerto de O Grove acogió con expectación la devolución a su medio del reptil Jamesbon, un ejemplar de tortuga que perdió el rumbo y acabó varando en un arenal pontevedrés el pasado mes de febrero. Un vecino del lugar fue quien descubrió al animal e inmediatamente solicitó las indicaciones de los expertos del Cemma, quienes le guiaron vía telefónica para que procediera a los primeros auxilios de la tortuga.

Este tipo de reptil tiene en la zona del Caribe su principal hábitat, y quizás los cambios en las corrientes marinas o los constantes temporales del pasado invierno, con sucesión de ciclogénesis explosivas, pudieron ser los causantes de la desorientación. Las bajas temperaturas del mar gallego provocaron que la pequeña Jamesbon estuviera al borde de la muerte, ya que esta especie está acostumbrada a las aguas cálidas de los trópicos. El animal, exhausto, fue atendido por el Cemma (Coordinadora para el estudio de los mamíferos mamíferos), que procedió a la alimentación de Jamesbon hasta que la tortuga pudiera valerse por sí misma.

El programa de recuperación contempló la construcción de una cuna especial en el centro de cuidados intensivos que el Cemma habilitó en su local de Nigrán. El lecho que se construyó permitía que la tortuga pudiera estar en el agua sin peligro de que se ahogara con su propio peso. En semejante nido el reptil fue sometido a una dieta basada en bocarte pequeño, con el fin de que Jamesbon ganase peso, pues cuando varó en el arenal de Bueu su estado de salud era precario.

Los problemas para que ingiriera alimento fueron constantes, ya que esta especie de tortuga es completamente vegetariana y en un principio rechazaba el pescado. El ejemplar, de unos 20 centímetros de longitud y 400 gramos de peso, ha sido el más pequeño con el que el Cemma ha trabajado hasta el momento, por lo que la recuperación del animal constituyó todo un reto para los profesionales encargados de su cuidado.

No solo se trató de que Jamesbon ganara porte, sino que a su llegada a tierras gallegas el animal presentaba heridas de consideración.

Ayer, el puerto de O Grove fue testigo de su regreso a la libertad. Las aguas de la ría de Arousa son el punto de partida de un viaje de retorno a su espacio natural, los mares más cálidos del Caribe. Ayudada por la corriente del Golfo de México, Jamesbon viajará miles de kilómetros gracias a los cuidados del Cemma, organismo que trató al reptil durante las 24 horas del día.

Diez casos este invierno

A la suelta de la tortuga marina en el puerto grovense acudió la directora xeral de Conservación da Natureza Verónica Tellado Barcia. Según informaciones de la consellería de Medio Ambiente, debido al mal tiempo que vivió Galicia (especialmente entre enero y marzo), el número de varamientos de tortugas marinas en nuestras costas se incrementó, contabilizando hasta un total de diez animales, entre ellos una tortuga de cuero (Dermochelys coriacea); siete comunes, como Jamesbon, (Caretta caretta) y dos tortugas marinas pequeñas (Lepidochelys kempii). De todas ellas, únicamente cinco fueron encontradas con vida, aunque en un estado de salud muy delicado, y la mayoría con graves problemas de desnutrición y heridas.