¿Qué es una superluna?

La Voz

SOCIEDAD

Ana Garcia

Este fenómeno se producirá el 12 de julio, el 10 de agosto, con una extra-superluna, y el 9 de septiembre

11 jul 2014 . Actualizado a las 20:23 h.

Tres superlunas van a iluminar las noches este verano. Concretamente, el 12 de julio, el 10 de agosto y el 9 de septiembre veremos al satélite más grande de lo normal. ¿La razón? La «luna de perigeo», que es como se conoce realmente este fenómeno, se produce cuando el astro se encuentra a no más de un 10 % de su punto más cercano a la tierra en el recorrido de su órbita.

Esto se produce ya que la trayectoria lunar alrededor de la Tierra es elíptica -forma ovalada, no circular- y su centro no es el mismo que el del planeta, estando uno de los lados -conocido como perigeo- 50.000 kilómetros más cerca que el otro -el apogeo-. Por esta razón, cuando las lunas llenas se producen en el lado más próximo parecen más grandes.

Este fenómeno, aunque puede parecer habitual, solo se puede visualizar en todo su esplendor cada 15, 16, 17 o 18 años, pero cada vez que esto ocurre se producen varias al año, tal y como ocurre en este 2014 y la más espectacular será la segunda -la del 10 de agosto-, conocida como una «extra-súper luna». Aunque, es cierto que hay ocasiones que está muy cercana al perigeo, como sucedió en marzo del 2011 cuando estuvo a solo una hora, que se puede ver igual de brillante pero no tan grande como las que se verán en las tres próximas citas. Habrá que esperar hasta 2028 o 2029 para que el astro nos vuelva a brindar un espectáculo similar.

El carácter espectacular e inusual de las superlunas, como todos los fenómenos astronómicos de este estilo, ha provocado que surjan todo tipo de teorías alrededor. Una de las más extendidas es la de que tres días después de cada una de estos fenómenos, la Tierra está más sujeta a sufrir terremotos, erupciones volcánicas u otros tipos de desastres naturales. Esta especulación tiene una base científica debido a la mayor fuerza gravitacional de la Luna. Sin embargo, los expertos apuntan a que las últimas superlunas -las de 1993 y 1975- no dejaron tras de si ningún rastro de desastres. A pesar de ello, los que apuestan por estas especulaciones señalan que la de marzo del 2011, que no fue completa, llegó precedida por el terremoto y posterior tsunami de Japón que arrasó la zona de Fukushima.