La modelo africana que no quería ser negra

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La polémica decisión de Vera Sidika de decolorar su piel abre un debate racial en el continente africano

02 jul 2014 . Actualizado a las 19:17 h.

Han pasado dos semanas desde que lo anunció en televisión, y su decisión de querer blanquearse la piel no ha dejado indiferente a nadie. La modelo keniata Vera Sidika no solo es famosa en Kenia, sino también en los países vecinos, representando el ideal del belleza de las mujeres africanas. Su tono de piel oscuro nunca fue un impedimento para que fuese considerada una de las mujeres más bellas del país, pero ahora Sidika ha decidido someterse a un tratamiento para blanquear su piel en Londres, ante numerosas críticas que han reabierto el debate racial en el continente. «Me sorprende la hipocresía con la que los hombres fingen que les gustan las mujeres negras cuando en realidad siempre van a por las blancas», afirmó en una entrevista en la cadena pública NTV.

La que afirma ser la Kim Kardashian africana, no escatimó en detalles y afirmó que tras pagar los 125.000 euros que costaba el tratamiento, consiguió rebajar tres tonos su piel. Esa misma noche las redes sociales explotaron con el hashtag #BleachedBeauty (belleza decolorada), con más de 7.500 menciones donde Vera Sidika pasó de ser la más querida a la más odiada para sus compatriotas. Además, la prensa de su país la calificó de «irresponsable» y de «dudoso ejemplo», acusándola de enviar un mensaje claramente racista. Ella, lejos de sentirse mal con su decisión, afirmó estar «encantada de la vida» con su nueva imagen. «A Rihanna y Nicki Minaj nunca las criticaron cuando aclararon su piel, ¿y a mí sí?»

El debate está abierto en una sociedad en la que, cada vez con más frecuencia, se utilizan estos tratamientos de blanqueamiento de la dermis con la idea infundada por unos canones de belleza irreales, de que para llegar alto la piel oscura es sólo un obstáculo.

Se ha consolidado un mercado de cremas indicadas para este fin que está cada vez más extendido en EEUU y África, principalmente en Senegal, Sudáfrica y Nigeria. Se trata de un negocio que genera millones de euros, y que la Organización Mundial de la Salud regula como puede, alertando de los peligros de este tipo de productos que contienen cantidades de mercurio entre sus activos para variar la pigmentación. Además en muchas ocasiones, este tipo de tratamientos se llevan a cabo en clínicas clandestinas o en la trastienda de centros de belleza.

La polémica decisión de Vera Sidika, se une a la de famosas de gran nivel como Beyoncé o Rihanna. Una decisión que, lejos de ser algo meramente estético, pues es un proceso de decoloración irreversible, se ha convertido más bien en un movimiento ideológico, que se extiende peligrosamente entre las mujeres de raza negra que toman como ejemplo a estas celebrities de éxito.