Interior actuará contra las webs que fomenten la anorexia o conductas suicidas

Europa Press

SOCIEDAD

En la misma campaña, el Mnisterio también incrementará su lucha contra la pornografía infantil

28 jun 2014 . Actualizado a las 15:06 h.

El Ministerio del Interior está estudiando una serie de medidas para proteger a los menores de los riegos existentes en las redes sociales e Internet y entre las distintas iniciativas que baraja el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz se encuentra la de combatir foros impulsados por otros menores en los que se alimenta la apología de la anorexia, la bulimia o las conductas suicidas, según han informado fuentes conocedoras de esta iniciativa.

Interior ya ha encargado un estudio demoscópico sobre las amenazas actuales a las que se enfrentan los menores de edad en relación con Internet y a partir de ahí poder hacer un diagnóstico. El siguiente paso previsto será crear un think tank que diseñe una estrategia para prevenir y combatir estos riesgos con acciones concretas.

Además de los foros que enaltecen la bulimia, la anorexia o el prosuicidio, entre los objetivos inmediatos del Ministerio se encuentra también la lucha contra las páginas web con contenidos pornográficos infantiles. Los expertos de las fuerzas y cuerpos de seguridad en estas materias ya han esbozado los objetivos principales de este plan que pasa también por garantizar la seguridad física y mental de los menores.

Este plan se enmarca en la postura asumida en el Ministerio del Interior de que no es necesario llevar a cabo modificaciones en la ley para combatir el delito en Internet y en las redes sociales, sino mejorar la eficacia a la hora de perseguir infracciones.

Incluir a los jueces

Fuentes ministeriales argumentan que la mayoría de delitos que se pueden cometer en la red ya están contemplados en la actual legislación y simplemente hay que aplicarlos con un mayor trabajo de concienciación, incluyendo a los jueces. Pese a todo en la reforma del Código Penal que se tramita actualmente en el Congreso de los Diputados ya se ha acordado reconocer la potencialidad que tienen las redes sociales a la hora de cometer algunos delitos.

Según han informado a Europa Press fuentes parlamentarias, estas cuestiones se abordaron el pasado miércoles durante la reunión de la Subcomisión de Estudio sobre Redes Sociales en el Congreso de los Diputados donde compareció a puerta cerrada el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

El numero dos de Interior realizó una larga exposición en la que comenzó desglosando las ventajas de las redes sociales en lo relativo a la comunicación, también para las fuerzas de Seguridad. Martínez citó ejemplos reales como la tuitredada impulsada por la Policía contra el menudeo de droga o campañas en las que el Ministerio ha usado las redes sociales para difundir mensajes de seguridad.

Asimismo se refirió a las posibilidades que las redes sociales proporcionan para perseguir el delito y se refirió a casos como la Operación Araña desplegada por la Guardia Civil en la que fueron detenidos una veintena de personas acusadas de enaltecer el terrorismo.

El yihadiso se pasa a las redes

Pero el secretario de Estado también citó amenazas como el uso inadecuado de estas plataformas y explicó que, desde el estallido de la guerra en Siria, el proselitismo del yihadismo se ha extendido de los foros especializados o clandestinos a las redes sociales públicas y abiertas a las que puede tener acceso cualquier persona.

La Comisión de Interior del Congreso de los Diputados acordó a finales del pasado mes de mayo prorrogar seis meses más los trabajos de la Subcomisión de Estudio sobre las Redes Sociales. Los diputados que integran este grupo de trabajo han escuchado ya cerca de medio centenar de comparecencias de distintos expertos en la materia.

Tras el paso del secretario de Estado, la Subcomisión tan solo está pendiente de la intervención de un represente de la red social Twitter. Los expertos policiales en ciberdelincuencia han trasladado a Europa Press la importancia de la colaboración de las operadoras de redes sociales para perseguir este tipo de delitos cuyos autores muchas veces se esconden tras pseudónimos o identidades falsas.