María Wonenburger, una referencia internacional en álgebra desconocida en Galicia

Raúl Romar García
R. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

María Wonenburguer, que fue incinerada ayer, en su casa de Oleiros con una foto de su juventud.
María Wonenburguer, que fue incinerada ayer, en su casa de Oleiros con una foto de su juventud. kopa< / span>

La figura de Wonenburger fue ignorada porque no se sabía su origen gallego

08 nov 2019 . Actualizado a las 19:42 h.

M. Wonenburger. Su nombre en absoluto era desconocido para la comunidad científica internacional. Era una referencia mundial en álgebra y sus trabajos también inspiraron y fueron reconocidos por los especialistas españoles y gallegos. «Todos pensábamos que podía ser un norteamericano ou un alemán en Estados Unidos», explica José María Barja, catedrático de Matemáticas y ex rector de la Universidade da Coruña. Pero ninguno podía adivinar que detrás de esa inicial y ese complicado apellido se escondía María Josefa Wonenburger Planells, una mujer que había nacido en Montrove (Oleiros) en 1927 y que había desarrollado casi toda su carrera profesional en EE.UU. antes de regresar a su tierra natal en 1983 para cuidar a su madre en el más completo anonimato. Y así siguió, hasta que en el 2002, en el Congreso de Geometría Algebraica de Santiago, Federico Gaceta, que había sido compañero suyo como profesor en la Universidad de Indiana, coincidió con Ana Tarrío y María José Souto. «Cómo es posible -les vino a decir, extrañado-, que en España y en Galicia no se conozca a María Wonenburger».

«Foi un asombro averiguar que era de Oleiros», relata Barja. Tras la sorpresa inicial, tanto Tarrío como Souto se pusieron a profundizar en su biografía. Y a partir de ahí le llegó en cascada un reconocimiento tardío tras años de ignorancia sobre su verdadero origen. «En el 2006 publicamos su biografía en la revista La Gaceta de la Real Sociedad Española de Matemáticas. Ella era muy conocida a nivel internacional, pero a partir de ese momento se la empezó a reconocer en España», constata Ana Tarrío.

Reconocimientos tardíos

Al año siguiente, la propia Real Sociedad Española de Matemáticas la nombró Socia de Honor, algo solo reservado para los elegidos, en un acto institucional en el Pazo de Mariñán. En el 2010 fue investida, a propuesta del equipo de José María Barja, doctora Honoris Causa por la Universidade da Coruña; la Xunta le puso su nombre al premio con el que reconoce a las mujeres más destacadas en el ámbito científico y tecnológico; el Concello de Oleiros le dedicó un parque en Montrove, el de A Coruña, un monolito al lado de la Casa das Ciencias... «Ela -señala Barja- era unha muller moi vital e alegre, pero tamén moi tímida e humilde. Cando lle dábamos un premio dicía que era cousa de enredantes».

Wonenburger, que falleció el viernes a los 87 años y cuyos restos se incineraron ayer en A Coruña, fue la primera mujer en España en obtener una beca Fulbrigth, en 1953, que la llevó a la Universidad de Yale, donde se doctoró en 1957, después de licenciarse en Matemáticas en la Universidad Central de Madrid. Luego regresó a España, donde estuvo becada tres años en el Instituto de Matemáticas Jorge Juan del CSIC, pero acabó por abandonar el país para no regresar hasta su precipitado retiro, para dirigirse a Canadá, donde fue profesora en Ontario y Toronto, y más tarde en Estados Unidos, en las universidades de Buffalo e Indiana.

«Creó una escuela, con discípulos importantes y desarrolló una teoría muy selecta en su especialidad, la de Kac-Mody, con importantes aplicaciones en Física y Matemáticas», explica la catedrática del área Ana Tarrío. «Tenía -asegura- una mente privilegiada».