Cualquier sitio parece bueno para cumplir con el «Legado de Tibu». La única regla es mojarse en agua fría y subirlo a la red. Sin embargo, esta locura por buscar el sitio más espectacular o más innovador ha empezado a generar miedo entre el sector del socorrismo. Los expertos alertan de que son sobre todo dos los riesgos que corren las personas que han caído en las redes de esta nueva moda.
Por un lado, existe el peligro «potencial» de sufrir un golpe por traumatismo. «En multitud de casos, los que se introducen en el agua lo hacen de forma totalmente imprudente», explica Pablo Sánchez de la RedVigías que califica esta práctica como «insalubre». Además, los que llevan a cabo el «Legado de Tibu» también corren el riesgo de sufrir hidrocución, la mal llamada popularmente corte de digestión. Esto se debe a que se sufre un «shock termodiferencial (diferencia brusca de temperatura) que se caracteriza por un estado de síncope provocado por el contacto brusco con el agua fría, que desencadena un reflejo de inhibición de la respiración y la circulación generando una sobrecarga cardiaca que ocasiona en la mayoría de los casos una parada cardiorrespiratoria y la muerte».