En este sentido, los autores consideran que incluso hoy en día son «referencias constructivas para as novas vivendas».
Edificaciones prerrománicas como las que aún perviven en Os Ancares empleaban únicamente materiales del entorno, como piedra, barro, paja, madera o hierro, mientras que una vivienda rural contemporánea, cuyo modelo parte de mediados del siglo XX, utiliza en torno a veinte tipos de materiales distintos.