La Iglesia dará la compostela a los peregrinos aun sin alegar fe

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

El arzobispo y el deán muestran la nueva acreditación, colorista y muy cuidada.
El arzobispo y el deán muestran la nueva acreditación, colorista y muy cuidada. xoán a. soler< / span>

Hasta ahora si no había causas espirituales se daba otro certificado

02 may 2014 . Actualizado a las 13:22 h.

Pocos caminantes se acercaban a la Oficina del Peregrino tras hacer el Camino de Santiago sin alegar causas religiosas o espirituales. ¿El motivo? Que la credencial que se les daba a quienes ofrecían otra razón no convencía, ya que distaba mucho de la compostela, el documento que reciben quienes esgrimen un motivo religioso para peregrinar. El Arzobispado ha decidido acabar con esta diferencia, porque además eran muchos los que alegaban motivos religiosos aún sin tenerlos para llevarse la compostela auténtica. A partir de ahora se dará el mismo documento, escrito en latín, a todos los peregrinos que visiten la tumba del Apóstol sean cuáles sean sus motivaciones, con una pequeña diferencia en el texto en la que se aclaran los motivos, «pero prácticamente iguales», aclara el deán de la catedral, Segundo Pérez.

La compostela es universal, es decir, es igual para todo el mundo, pero también existe un documento más personalizado en el que el peregrino puede detallar el recorrido que ha hecho. En este caso también se adapta al idioma del caminante, que deberá pagar tres euros para tenerlo. «Pero nunca se cobra por la compostela», insiste el deán, que presentó el nuevo documento acompañado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio. Pérez indicó que solo el 7 % de quienes entran en la oficina aluden motivos no religiosos, «aunque a veces lo hacen, una vez vino un matrimonio con hijos y el marido insistió en que no venía por motivos religiosos sino para acompañar a su familia», explica el deán catedralicio. En realidad, Pérez se aventuró a señalar que los motivos exclusivamente religiosos podrían constituir la mitad, pero muchos esgrimen varias razones.

Conchas de vieira reales

Entre los siglos IX y X, cuando comenzaron las peregrinaciones, la forma de acreditarse era con una venera o concha de vieira auténtica, pero la cantidad de falsificaciones que se producían llevaron a la Iglesia a partir del siglo XII a expedir cartas probatorias, la antesala de las actuales credenciales.

El deán de la catedral insistió en que es importante abrir puertas y no cerrarlas, y señaló que «en la Iglesia somos todos iguales», por lo que ya desde hace tiempo no se reservan bancos para fraternidades, grupos o asociaciones en la catedral, «a excepción de quienes vienen a hacer una invocación, es decir, una ofrenda, para quienes sí hay unos espacios. El resto, como todo el mundo, porque esto nos generaba un problema. No podemos reservar 25 bancos», concluía Segundo Pérez.