La Xunta autoriza por primera vez cazar cabras de monte en O Xurés

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La cabra montesa se reintrodujo en O Xurés en 1998 tras extinguirse a finales del siglo XIX.
La cabra montesa se reintrodujo en O Xurés en 1998 tras extinguirse a finales del siglo XIX. felisindo veloso< / span>

Los ecologistas condenan una medida que amenaza de nuevo a la especie

06 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Xosé Benito Reza aún recuerda cuando se reintrodujeron las primeras cabras montesas en el parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés (Ourense). Era noviembre de 1998 y, como director del área protegida asistió a la suelta. «Foi -relata- unha alegría tremenda, porque despois dun século volvían a colonizar o seu hábitat natural». No eran, sin embargo, de la misma especie que vivía en la sierra ourensana y que se extinguió a finales del siglo XIX. Venían de la Sierra de Gredos (Ávila), aunque primero se habían aclimatado en una finca de O Invernadoiro. «Quedamos alucinados da boa adaptación que tiveron e, despóis dun tempo adaptándose nun coto pechado, liberámolas ao monte», recuerda Reza.

Ahora esas mismas cabras se han adaptado y reproducido de tal forma que ya están en disposición de convertirse en una especie cinegética para la campaña 2014-2015. Así lo anunció ayer la Consellería de Medio Ambiente, que avanzó que autorizará su caza «despois de constatar unha estable, crecente e constante evolución desta especie, que nos últimos anos ampliou progresivamente a súa área de distribución territorial». Fue un estudio encargado por la Xunta a la Universidade de Vigo el que certificó la buena salud de la especie, aunque ayer no se facilitaron datos del número de ejemplares.

La decisión de Medio Ambiente, sin embargo, se ha encontrado con la firme oposición de las asociaciones ecologistas. Uno de los más críticos fue Serafín González, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural. «Para recuperar una especie que estaba extinguida -denunció- se recurrió a fondos públicos. Esas cabras son propiedad de los tres millones de gallegos. Entonces, ¿por qué ahora se permite cazarlas a un puñado de cazadores? Los argumentos para permitir que un puñado de enchufados puedan matar cabras que hemos recuperado entre todos no nos parecen de lo más lógico».

Águila real

En un tono parecido se pronunció en un comunicado la Asociación Animalista Libera, que calificó de «sobrada barbaridad» el anuncio de la Xunta.

Se da la circunstancia, además, de que los cabritillos son presas habituales del águila real, una especie en peligro de extinción que regresó a O Xurés después de cincuenta años.

La caza de la cabra montesa se permitirá entre los meses de octubre y enero en la modalidad de al acecho. Los ejemplares serán previamente seleccionados por el personal del parque y la cuota de captura máxima será de trece. De este número, tres serán machos selectivos -aquellos que no se consideran viables para su reproducción o que tienen algún defecto-, siete de trofeo -los que cumplieron con su función en la población- y tres hembras en descaste. Es decir, que no se reproducen o son viejas. Con esta limitación, se busca establecer un escenario que permita conservar la especie y generar un recurso para la población de la zona.