Un superviviente del holocausto denuncia que nada ha cambiado
Por su parte, Zoni Weisz, superviviente del Holocausto que se quedó huérfano a los ocho años, ha denunciado el racimo, la discriminación y la exclusión que sufre a diario la minoría gitana en Europa, que perdió un millón de sus miembros en los campos de exterminio nazis. «Personalmente, sé a lo que el racimo, la discriminación y la exclusión pueden llevar. Soy el único superviviente de mi familia», ha explicado durante la cumbre.
Weisz ha denunciado que «la sociedad no ha aprendido casi nada de ello» y ha denunciado los ataques personales y asesinatos de gitanos y judíos en países del Este de Europa como Hungría y Eslovaquia y que continúen «los guetos» en el Viejo continente. «Una sociedad civilizada respeta los Derechos Humanas», ha recalcado.
«Casi nada ha cambiado en la situación de vivienda horrible de los romaníes», ha lamentado, motivo por el cual ha apoyado la creación de un Fondo de Vivienda para los Romaníes, cuya comunidad tiene los mismos derechos de educación y sanidad.
«Estamos estigmatizados y forzados en el papel de víctima, pero tenemos que salir de este papel de víctima», ha defendido con todo. «Tenemos que convencer a nuestros jóvenes que la educación y el desarrollo son el camino a un futuro mejor. También, a sus padres y sus abuelos de la importancia de una educación buena. Necesitamos el apoyo necesario de las autoridades locales y regionales», ha agregado, poniendo como ejemplo el avance de escolarización primaria casi total en Países Bajos, gracias a la intermediación de mujeres romaníes.
Discriminación y libertad de movimiento
El presidente rumano, Traian Basescu, el único jefe de Estado y de Gobierno presente en la cumbre, ha criticado la falta de avances «bastante limitados» en los últimos cuatro años para integrar a los romaníes por la falta de voluntad política y ha dejado claro que su país no es «el único responsable del problema romaní en Europa».
«El 60 % de las casas en que viven no están acondicionadas con baño y tienen acceso muy limitado a agua corriente», ha denunciado, al tiempo que ha recordado que el 50 % busca empleo y tarda dos años en encontrarlo, que el 80 % trabaja en el mercado laboral informal o que el 75 % solo ha estudiado los primeros ocho años en la escuela, mientras que los que logran graduarse no encuentran luego puesto acorde con sus cualificaciones.
«Las autoridades locales deben ser el nexo entre los Gobiernos y todas las instituciones, los organismos que pueden conceder los fondos requeridos para tales proyectos», ha defendido.
El mandatario rumano también ha admitido estar «muy preocupado por la intolerancia» contra los gitanos, en su opinión «muy relacionada con la crisis». «Hay cierto riesgo de que aumente la violencia. Y vemos a nivel europeo que hay un número de políticos que recurren a tal discurso», ha avisado.
El ministro del Interior griego y presidente del Comité Interministerial de Cuestiones Romaníes, Ioannis Michelakis, ha defendido que «la libertad de movimiento es un principios básico» en la Unión Europea y no puede ser «válido» sólo en «tiempos de fiesta, de vacas gordas». «Tenemos que abordar esto. No se puede violar la libertad de movimiento de los romaníes», ha recalcado.