La trama del marisco recogido de la basura tenía más de cien clientes

Alejandro Martínez VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Contenedor -arriba- del que retiraban el marisco desechado.
Contenedor -arriba- del que retiraban el marisco desechado.

El cabecilla poseía una agenda con contactos del área de Vigo y de Portugal

22 mar 2014 . Actualizado a las 14:23 h.

Los tres detenidos por vender marisco procedente de contenedores de basura del puerto de Vigo tenían más de un centenar de clientes entre particulares y establecimientos. Los responsables de la investigación se incautaron de la agenda del cabecilla de la organización, en la que conservaba numerosos teléfonos y tarjetas de locales comerciales de toda la provincia de Pontevedra a los que presuntamente distribuía marisco no apto para el consumo humano.

El análisis de los contactos permitió a la Guardia Civil localizar al tercero de los implicados en la comercialización de los desperdicios de marisco.

Los seguimientos realizados posibilitaron localizar a varios particulares que compraron mercancía y, finalmente, a los propietarios de tres restaurantes de Salvaterra, Covelo y Mondariz, que fueron detenidos e imputados por un delito contra la salud pública porque presuntamente lo ofrecían a los clientes de sus establecimientos y también los revendían a terceros.

Las investigaciones llevadas a cabo por la patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Vigo, el equipo de Policía Judicial y la patrulla fiscal y de fronteras lograron determinar que la trama tenía como radio de acción los municipios cercanos a Vigo. Se movían por toda la provincia de Pontevedra e incluso también en algunos establecimientos del norte de Portugal.

El líder de la trama, el marroquí A. A., residió durante muchos años en la localidad de Mondariz. Se cree que podía llevar varios años dedicándose a la venta de marisco sin ningún tipo de garantías sanitarias. La red hacía pasar el marisco por fresco mejorando su presentación en cajas de porexpán y con hielo. Dependiendo de la frescura del marisco desechado que recogían en contenedores del puerto de Vigo, lograban engañar o no a sus clientes. Generalmente, al darse cuenta del producto en mal estado, no podían reclamar, puesto que los vendedores no se hacían responsables de la mercancía después de haber cobrado.

Tras varios meses de pesquisas, la investigación explotó el pasado mes de diciembre, cuando agentes de la Guardia Civil detuvieron en el puerto de Vigo al cabecilla de la trama junto con otro colaborador, a quienes incautaron una partida de marisco muerto que acababan de retirar de los contenedores de desperdicios. Estos recipientes son utilizados por las empresas productoras para deshacerse de restos de mariscos o productos que llegan a tierra muertos y que no son válidos para la comercialización. Están calificados dentro de la categoría C, cuyo único destino debe ser la destrucción para que no entren dentro de la cadena alimenticia.

Los vendedores aprovechaban momentos en los que no se registraba gran actividad en el puerto para abrirlos y llevarse el contenido de desperdicios. Además de los tres hosteleros detenidos, se sospecha que la mercancía pudo venderse en otros bares, restaurantes y locales de tapas.