Ana Botella, la amiga de los gais

Antonio Paniagua COLPISA

SOCIEDAD

PATRICIA SEVILLA CIORDIA

La alcaldesa de Madrid, artífice de la teoría de las peras y las manzanas, firma con Berlín un acuerdo para promover el turismo homosexual

05 mar 2014 . Actualizado a las 23:55 h.

Fue la pionera del apareamiento frutícola. Su teoría sobre la homosexualidad es más conocida que las leyes de Newton. «Si se suman una manzana y una pera nunca pueden dar dos manzanas». De esta manera, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, arremetía en el 2005 contra la ley del matrimonio homosexual. Ahora los gais acuden al rescate de la munícipe. Botella ha viajado a la Feria Internacional de Turismo y ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Berlín. El convenio, entre otras cosas, apuesta por potenciar el mercado LGTB, es decir, el destinado a lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.

Todo un maridaje frutal que para nada indigesta a la maltrecha hacienda local. Botella está dispuesta a comerse sus palabras. Todo sea por atraer el turismo gay, que tan buenos dineros deja. Quizá sea tarde para congraciarse con el mundo homosexual, pero la alcaldesa al menos lo intenta. Por de pronto no ha tenido inconveniente en llegar a una entente amistosa con el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, un homosexual declarado. Con el acuerdo, ambas ciudades intercambiarán experiencias con miras a aumentar el número de visitantes. Puede que alguien le afee a la alcaldesa su manía de empapelar con multas a los organizadores de la fiesta del Orgullo Gay de Madrid por superar los niveles de ruido. Pero agua pasada no mueve molino. Sobre todo a esas empresas presentes en la Feria de Berlín que cuentan con el distintivo de 'negocio gay friendly'

Ana Botella, que ya declaró hace dos años a la revista Vanity Fair tener muchos amigos gais -«como todo el mundo»-, parece haber recapacitado. No en balde, el turismo homosexual, según algunos estudios, aumenta el doble que el general, con un incremento del 10,3% anual, frente al 3,8 que registra el segundo. Son razones para cambiar de opinión y abandonar los reparos contra la promiscuidad entre peras y manzanas. El mundo cambia a una velocidad de vértigo e incluso la antes pudibunda Tel Aviv hace caja con sus festejos del Orgullo Gay, una celebración que se prepara a conciencia. Todo para que los enamorados del mismo sexo no pongan ni una pega. Para ellos se ofrecen ofertas y descuentos.

Madrid no quiere ir a la zaga y la capital acogerá en mayo la Convención Anual de Turismo Gay, una convocatoria que antes se había celebrado en Brasil, Holanda y varias ciudades de Estados Unidos. Para conseguir ser anfitriona de la cita las autoridades de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento se afanaron por que la ciudad fuera la anfitriona de la cita. Desertó Sheldon Adelson y su proyecto de Eurovegas y se esfumó el sueño olímpico. Madrid no podía permitirse que los gais pasaran de largo. Para eso las autoridades, en un ejercicio de acendrado marxismo, han hecho lo que decía Groucho. «Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros»