El óptico gallego Alexander Dubra cree que a corto plazo se detectarán problemas específicos entre los más jóvenes. Dubra dice con rotundidad que son «perjudiciales por su carga de luz azul». La gran preocupación para el óptico no es solo por la iluminación ambiental sino por las pantallas ya que «las miramos directamente y nuestro ojo se estresa: Nuestra visión no ha evolucionado para mirar fuentes de luz, si no para reinterpretarla».
Dubra dice que la normativa sobre luz en la UE establece de 0 a 3 la fototoxicidad de las lámparas. «Para una convencional el valor es de 0-1, mientras que las LED están en nivel 2». «Prefiero que se exgeren riesgos a que se pasen por alto», dice. EEl óptico gallego aboga por extender el uso de filtros que atenúan la luz rebotada, especialmente en los aparatos que han traído las nuevas tecnologías. Advierte que así como se incrementó la obesidad en sociedades avanzadas por el sedentarismo, también la miopía avanzó un 70 % por la pronta escolarización de los niños y porque ahora están sometidos a una mayor exposición a luces artificiales en su vida diaria. En el futuro, apunta Dubra, «la gente paliará el efecto negativo de estas luces con gafas con filtros incorporados».