David Delfín y Hannibal Laguna, dos diseñadores que se estudian a sí mismos

EFE

SOCIEDAD

La mujer motera de María Escoté y la colección «buena, bonita y barata» de Juanjo Oliva, las estrellas de la tarde del tercer día de la pasarela madrileña

18 feb 2014 . Actualizado a las 00:59 h.

David Delfín y Hannibal Laguna han desempolvado sus archivos para subir hoy a la pasarela madrileña sendas colección con piezas que han sido importantes a lo largo de sus respectivas trayectorias, un estudio a sí mismos que les permite acercarse más a sus clientes y satisfacer sus gustos. Juanjo Oliva y María Escoté cerraron la jornada de Cibeles con sus colecciones de otoño/invierno por la tarde.

La modelo Blanca Padilla, una joven madrileña de 19 años, y el diseñador Juan Vidal han sido reconocidos con el premio L' Oréal a la mejor modelo y la mejor colección respectivamente en la 59 edición de la pasarela madrileña que cierra hoy sus puertas a los diseñadores veteranos. En el caso del modisto es la segunda vez consecutiva que recibe este galardón.

La cuarta jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week ha comenzado con «No one», la nueva colección de David Delfín para el próximo otoño-invierno 2014/2015. Una colección «en la que desarrollo el tráfico de influencias que existe entre Pelayo Díaz y yo. El me influye y yo le influyo. Es un desfile dedicado a él», ha explicado Delfín a EFE Estilo.

Tras un periodo de reflexión, David Delfín, que se saltó la edición anterior de la pasarela porque «necesitaba pensar» el porqué de su trabajo, vuelve a la pasarela madrileña con una serie de coloristas piezas masculinas y femeninas de siluetas rectas que se ciñen al cuerpo con cintas de colores de velcro. Prendas que mantienen la esencia y filosofía de la firma. Algunas, tras un estudio han evolucionado, así se ven abrigos con detalles de alta montaña y pinceladas de «snowboard». Otras son una revisión de ediciones anteriores como la camisa «Narciso», dos camisas invertidas, a modo de espejo.

Las modelos de David Delfín bajaron por una escalera metálica hasta la pasarela para exhibir unos vestidos estampados con bacterias en blanco sobre negro, y negro sobre blanco, y otra serie de vestiditos con faldas plisadas, pantalones cortos con el tiro muy largo y trajes de chaqueta. «Mi estilismo favorito ha sido un vestido largo de aire monacal conjuntado con una americana», ha contado.

Una vez más, el juego de la superposición de prendas está presente en las propuesta de día y de noche de David Delfín. La novedad ha sido la ausencia de tacones y la propuesta de botas para todos y para cualquier momento día con calcetines y medias. Entre los complementos se hallaban los bolsos creados por su pareja, Pelayo Díaz, que contenían mosquetones y cuerdas de alpinismo, unos recursos que ya se vieron en los accesorios de Ana Locking.

Hannibal Laguna, colección número 100

Después, Hannibal Laguna, también ha revisado su trabajo de veintiocho años para crear sus nueva línea de cóctel y noche. «Estos vestidos son fruto de un diálogo con mis clientas, de escuchar sus necesidades», ha explicado.

Una tejido a modo de red adornadas con pepitas de oro satinado han sido una constante en «One Hundred», colección número cien de este creador que ha apuntalado sus vestidos con apuntes y detalles nupciales. «Para esta ocasión, he buscado una pedrería mate y velada que, en ocasiones, he difuminado con sedas y tules», ha dicho.

La paleta cromática, inspirada en el cielo Mediterráneo, contenía tonos tan delicados como el rosa atardecer, el lila nube o el azul porcelana, colores que le han servido a Hannibal Laguna para construir vestidos largos de organza, seda con vuelo y volumen y bolsillos. «He vuelto a poner bolsillos porque la clienta los pide», ha señalado.

Tras revisar fotografías y figurines, ha recuperado sus conocidos cuerpos joyas con hermosas lazadas que por primera vez conjunta con vaqueros. Junto a esta novedad, Hannibal Laguna ha presentado una línea de bolsos para el día y para la noche.

Las tres «b» de Juanjo Oliva

Buena, bonita y barata, es decir de calidad y con precios ajustados, ha sido la colección de Juanjo Oliva, diseñador que ha subido a la pasarela una serie de piezas en clave deportiva, idea para una mujer que demanda, calidad, diseño y precio. «Antes jamás hablaba de precios, pero ahora fundamental», ha indicado a Efe Estilo el modisto sobre una colección de la que se siente muy «orgulloso» y «enamorado», de hecho se llama «Fall winter in love».

Seguro y feliz, Juanjo Oliva seguirá haciendo costura en su taller, pero ha decidido ceder su hueco en la cuarta jornada a la firma «Elogy» de El Corte Inglés, con la que colabora desde hace dos años.

El diseñador ha partido de unos «códigos muy deportivos», que ha llevado a la noche, para elaborar cómodas sudaderas, abrigos armados, trencas con bolsillos XL de parche, y desenfadados pantalones «jogging», todo ello teñido con el colorido del expresionismo de Esteban Vicente. Junto a este surtido para las ocasiones más «casual», el diseñador ha revisado sus afamados vestidos de noche, a los que ha aportado un «punto macarra» con cremalleras doradas que invitan a mostrar escote, pierna y espalda en función del estado de ánimo y la ocasión.

La colección de Juanjo Oliva ha sido buena porque ha contado con tejidos de calidad, bonita porque cada prenda puede presumir de buen patrón y barata porque los precios oscilan desde 39,90 euros de una sudadera hasta los 250 euros de un vestido de noche.

«Este proyecto es un pulmón que me permite encarar proyectos nuevos con mi salida internacional», ha dicho el creador, quien ha optado por esta nueva estrategia porque no quiere dejar de hacer moda.«En este sector te adaptas o te adaptas, y no he perdido mi esencia», ha contado Juanjo Oliva.

La mujer motera de María Escoté

María Escoté ha decidido convertir a su mujer en una atrevida motera que bien podía recorrer la Ruta 69 en una Harley-Davidson y descansar en moteles en vez de desfilar por la pasarela madrileña.

Los estampados «kitsch» de llamaradas y estrellas de «sheriff» le han servido a María Escoté para renovar propuestas moteras, que se vieron la temporada pasada, como la cazadora «biker» y los minivestidos de lycra.