Un gallego crea una técnica que evita el cloro para depurar el agua

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Europa financia su investigación para llevar la tecnología al mercado

19 mar 2014 . Actualizado a las 13:55 h.

Un catalizador inspirado en la biología. Es la alternativa presentada por el investigador gallego Miguel Costas Salgueiro (Vigo, 1971) para la descontaminación y purificación del agua de un modo mucho más natural y sin utilizar químicos como el cloro, lo que supone un mayor impacto para el medio. No es una simple propuesta, sino que se trata de un proyecto en el que lleva trabajando varios años y que ahora le ha valido el apoyo del Consejo Europeo de Investigación (ERC) para llevarlo al mercado. Costas es uno de los siete ganadores en toda España de la competición Prueba de Concepto convocada por el organismo europeo solo para aquellos que ya han sido agraciados con sus selectivos programas de investigación, los Starting Grant. Los mejores han recibido una financiación adicional de 150.000 euros para poder comercializar su investigación.

El catalizador ideado por Miguel Costas, que dirige el grupo de Química Biorgánica y Supramolecular de la Universidad de Girona, ya es aplicable en distintos usos en la industria dedicada a la síntesis orgánica, pero el verdadero reto pasa por utilizarlo para la descontaminación del agua y el blanqueado de papel de una forma menos agresiva que los métodos convencionales. «Ahora mismo -indica Miguel Costas- este proceso se hace mayoritariamente con cloro, y lo que se pretende es evitarlo para reducir el impacto ambiental».

El catalizador que ha desarrollado el investigador gallego es de hierro y manganeso y en vez de utilizar cloro como oxidante para facilitar la reacción se emplea peróxido de hidrógeno, simple agua oxigenada.

Catálogo para empresas

«Los sistemas de descontaminación que proponemos son muy elaborados, con lo cual podrían ser más caros. Lo que haremos ahora con la ayuda europea es evaluar hasta qué punto esta tecnología puede llegar a ser competitiva en el mercado», apunta el químico vigués.

También es fundamental maximizar el producto. «Hasta el momento -dice- probamos el producto en escala de miligramos y ahora pasaremos a la de gramos para evaluar el coste». En un año tendrá que presentar resultados. Lo que ya ha hecho junto con su equipo es una librería de catalizadores diseñados para síntesis orgánica. Este catálogo de productos para hacer reacciones de oxidación lo gestiona una multinacional que, a su vez, lo está ofreciendo a otras empresas.