China abre sus muestras fósiles a un equipo liderado por gallegos

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CNIEH

Es la primera vez que ofrece el material a investigadores del exterior

07 feb 2014 . Actualizado a las 10:23 h.

María Martinón-Torres, la responsable del grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, apenas puede contener la emoción cuando habla. Tanto la paleoantropóloga ourensana como el coruñés José María Bermúdez de Castro, coordinador del programa de Paleobiología de Homínidos, son los responsables del equipo de científicos que tendrá acceso por primera vez a los fósiles localizados en los yacimientos más importantes de China. Hasta ahora, ningún investigador que no fuera chino podía tener acceso a un material que puede ser clave para ayudar a encajar el puzzle de la evolución humana y, de paso, encontrar al antepasado de los primeros europeos.

«Es una pasada poder tener acceso a las muestras de toda la evolución humana en Asia, de todos los períodos del Pleistoceno, desde 1,8 millones de años a cien mil. Hay gente que toda la vida ha hablado y estudiado el material asiático, pero nunca tuvo acceso al original, y nosotros lo tendremos por primera vez», explica Martinón-Torres, que ya estuvo durante quince días en el Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de Pekín para estudiar los aspectos morfológicos y de desarrollo del material original de dientes fósiles de los yacimientos de Hexian, Xujiayao y Yiyuan. La iniciativa está respaldada por un convenio de colaboración suscrito con el instituto chino y que ha recibido el respaldo institucional y económico de la Chinese Academy of Sciences. El objetivo fundamental del estudio de estos fósiles es compararlos con otros europeos y asiáticos para fundamentar una hipótesis expuesta hace años por la propia antropóloga ourensana y que, pese a suponer un auténtico desafío al conocimiento actual, está ganando cada vez más un mayor número de adeptos: los primeros europeos tienen su origen en Asia.

«Hasta ahora -sostiene la investigadora- la comunidad científica internacional no había tenido acceso a estos materiales que son claves para testar nuestro modelo evolutivo».

Ancestro común

Su teoría, expuesta por primera vez en el 2009 en la revista científica Journal of Human Evolution, apunta, a partir del estudio de piezas dentales fósiles, que asiáticos y europeos comparten un ancestro común que surgió en Oriente Próximo hace algo más de 1,8 millones de años.

La colaboración con China se fraguó en un intercambio previo en el que la propia Martinón-Torres dirigió la tesis de un estudiante de doctorado chino. «Hemos establecido una relación de confianza con ellos, no hemos ido, como otros países, con un aire de superioridad, sino que nuestra vocación es la enseñanza», explica la científica.