Fallece el periodista y escritor Manu Leguineche

Xesús Fraga
Xesús Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Fue un destacado reportero especializado en conflictos bélicos

23 ene 2014 . Actualizado a las 14:15 h.

Como reportero, cubrió prácticamente todas las guerras de las cuatro últimas décadas del siglo pasado. Ya en el XXI afrontó la suya propia y libró una dura lucha contra el cáncer, que finalmente lo venció ayer en Madrid. Con el fallecimiento de Manu Leguineche (Arrazua, Vizcaya, 1941) desaparece una encarnación clásica del reportero, aquel que se las ingenia para llegar al corazón mismo de la noticia, a quien no le vale la versión oficial y el que, como dijo de su amigo Ryszard Kapuscinski, «está con los que sufren las guerras».

Lo bélico marcó a Leguineche desde su misma infancia, cuando jugaba entre las ruinas de la bombardeada Guernica. El adolescente que entrevistaba a los futbolistas que visitaban Bilbao -otra de sus pasiones, encarnada en el Athletic- pasó a iniciarse en el periodismo en El Norte de Castilla a las órdenes de Delibes, una experiencia que lo marcó de por vida: igual que Wilder despejaba las dudas preguntándose qué haría Lubitsch en su lugar, Leguineche también seguía el hipotético consejo de su mentor.

A los 18 años se estrenó con un reportaje desde la guerra civil de Argelia, un conflicto al que le seguirían otros, grandes y pequeños, en todos los continentes: Vietnam -«nuestra Disneylandia»-, Líbano, Camboya, India y Pakistán, Nicaragua, las Malvinas o la desintegración de Yugoslavia. Entre un viaje y otro intentaba completar la carrera de Periodismo en Madrid -había estudiado Derecho y Filosofía-; lo conseguiría en 1971 pese a los continuos retrasos. «A todos los que ya trabajábamos nos suspendían», recordaría más tarde. Leguineche ya poseía aquello que las aulas no podían enseñarle: una curiosidad sin límites que, alimentada por su nomadismo, se traducía en el deseo de saber siempre más, del mundo y su lugar en él. Esta actitud vital ya presidía el título de su primer libro, El camino más corto, resultado de un viaje en el que rodeó la Tierra en todoterreno: «La vuelta al mundo es el camino más corto para conocerse a uno mismo».

Periodismo de agencia

En su trayectoria, Leguineche se dedicó al periodismo de agencia. En 1970 participó en la fundación de Colpisa, que dirigió hasta 1982, cuando creó y se puso al frente de Cover Prensa, para un año después poner en marcha LID. En 1990 fundó una cuarta agencia, Fax Press, que permaneció bajo su control hasta su venta en el 2001. Además, dirigió y ejerció como reportero para TVE en el programa En portada, y con trabajos singulares como Memoria de la guerra, que alternaba con la publicación de libros de política internacional y sobre las experiencias de sus viajes.

Cuando al final la enfermedad le impidió trabajar, Leguineche se refugió en su casona del pueblo alcarreño de Brihuega, donde recibía a amigos, como su colega Enrique Meneses, y a periodistas deseosos de aprender de su magisterio, aunque su modestia le impedía presumir de una trayectoria respaldada por numerosos premios e incontables lectores. Lo ilustra la respuesta que le dio a Arturo Pérez-Reverte cuando este le confesó su envidia por haber informado desde Vietnam: «Esto no es como una colección de sellos».