Messi viste «a lo nuevo rico»

SOCIEDAD

Según expertos en protocolo maneja mejor el balón que su armario, a pesar de ser imagen de Dolce & Gabanna

19 ene 2014 . Actualizado a las 12:39 h.

Esta vez no iba a subir al escenario a recoger su quinto Balón de Oro. Lo sabía. Por ello no perdió tiempo en preparar su discurso de agradecimiento, sino en elegir su vestuario, que anticipó vía Facebook. Cuando apareció por el Palacio de Congresos de Zúrich, acompañado de su novia Antonella Rocuzzo, Leo Messi acaparó todas las miradas. Su estilismo inmediatamente se coló en las redes sociales. A los pocos segundos, el presidente de la Escuela Internacional de Protocolo de Madrid, Gerardo Correas, tuiteó: «Es una pena que los clubes no formen en imagen a sus jugadores cuando son modelos para muchos niños». El llamativo traje rojo de Dolce & Gabbana impactó. Precisamente, lo que él buscaba. «Su estilismo busca acaparar la atracción de las redes sociales, causar impacto entre los asistentes, y el de los espectadores de todo el mundo, y asegurar el interés de los medios hacia su persona. Sin olvidarnos de la promoción que realiza de la marca a la que presta su imagen», explica Mar Castro, consultora en Protocolo y Comunicación.

Respecto a si fue correcta su forma de vestir, estos dos expertos lo tienen claro. No. «Ya no es una cuestión de sí me gusta o no, es que no es adecuado», dice Correas. «Totalmente inapropiada pero claramente estudiado». Messi quería distraer la atención de la gala de entrega del Balón de Oro, que esta vez fue para Cristiano Ronaldo, sin tener en cuenta que un futbolista de sus características no puede ir por libre, sino que representa a un club, y no a cualquier club. «Sabía que iba extravagante, y cada uno es muy dueño de hacer lo que quiere, pero cuando estás representando a una institución como el Barcelona, que está entre las primeras 20 marcas del planeta, estás perjudicando», apunta Correas, que se muestra partidario de que la FIFA tenga un código de vestuario propio.

En este sentido, el presidente de la EIP, alude a otras personalidades para destacar la cordura que demuestran entre sus estilismo y lo que venden. «Steve Jobs presentaba los iPhones en vaqueros y camiseta blanca, una vestimenta adecuada a lo que quiere transmitir, o el mismo Amancio Ortega, que en sus escasas apariciones públicas siempre opta por pantalón oscura y camisa blanca como seña de sencillez».

Sin embargo, según explica Castro, «es muy habitual que personas introvertidas, o poco duchas en el arte de la oratoria o en las relaciones sociales, revelen su personalidad a través de su atuendo. Messi es un claro ejemplo de ello».

La ceremonia de entrega del Balón de Oro es un evento de carácter festivo que tiene lugar en un lugar cerrado por lo que la etiqueta masculina recomendada es el esmoquín. En su defecto, puede vestir traje oscuro: gris marengo o marino. «En su defensa cumplió con parte del atuendo aconsejado, la pajarita negra y la camisa blanca». Garantizado su protagonismo mediático, Messi «transmitió una imagen de nuevo rico, de hortera, y esto no es bueno para el jugador. El estilismo de los jugadores de fútbol normalmente es un desastre, están dejando ver al superrico con cero de cultura», afirma Correas.

Comunicativamente su estrategia era restarle protagonismo a su adversario, pero no cayó en que las lágrimas de Ronaldo empaparon su extravagancia, y la dejaron en un segundo plano, llegando incluso a ridiculizarlo. «¿Iba de repartidor de pizza?».

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