Francisco indicó a los religiosos, además, que es necesario que estén atentos a «no suministrar» a estas nuevas generaciones una «vacuna contra la fe». «El educador -dijo- tiene que estar a la altura de las personas que educa, debe preguntarse cómo anunciar a Jesucristo a una generación que cambia. La tarea educativa hoy es una misión clave».
Donación
Ayer también se supo que el pontífice donó cinco millones de dólares a los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) para ayudar a saldar el déficit en las cuentas del evento realizado en julio pasado. La organización del evento, que se celebró en Río de Janeiro, supuso un déficit de 18 millones. La archidiócesis de Río ya tuvo que vender inmuebles para hacer frente a la deuda.