La reforma legal aún debe pasar el trámite parlamentario
25 nov 2013 . Actualizado a las 14:16 h.Pese a que la reforma legal que modificará las funciones de los notarios, singularmente en su potestad para celebrar bodas, todavía no ha recorrido ni siquiera en parte su trámite parlamentario, los notarios gallegos admiten que son muchas las llamadas que han recibido en sus despachos por parte de novios que preguntan si ya es posible casarse en una notaría. «Hay quien me ha dicho que no se casa hasta que sea yo el que pueda hacerlo», confiesa Isidoro Antonio, secretario del Colegio Notarial de Galicia.
Sin embargo, las «nuevas» bodas que oficiarán estos profesionales, diferirán muy poco de las que actualmente se celebran en juzgados o en ayuntamientos: «En realidad va a ser un acto muy frío -reflexiona Rafael Benzo, notario e hijo de notario-. Se trata de recabar información, firmar un acta y buenos días». Así que nada de salas temáticas ni oficiantes disfrazados de Elvis al estilo Las Vegas, como se especuló en algún momento cuando se avanzó el contenido de la reforma legislativa.
La tendencia en bodas lleva a muchos contrayentes a organizar una ceremonia en el mismo lugar donde se celebrará el convite, o en entornos especiales. Decenas de empresas en toda Galicia se encargan de organizar eventos temáticos que van desde una boda al más puro estilo americano, con su palio y su carpa, a ceremonias en la playa, bajo el rito celta o con una ambientación vintage. En esos casos, los novios acuden antes o después de la ceremonia a formalizar el acta matrimonial en un juzgado o en el Concello y luego se desplazan a celebrar la boda con sus invitados. ¿Podrán acudir ahora los notarios a esas bodas para darle validez legal a estas nuevas ceremonias? «No creo que sea esa la idea», responde el secretario de los notarios gallegos: «La mayor parte de las bodas se celebran en fin de semana. Y nosotros también tenemos familia».
Como una escritura más
Las empresas especializadas ni siquiera contemplan esa posibilidad: «No creo que a los novios les interese porque, al fin y al cabo, no será más que un importe añadido», opina Erika Martínez, de una empresa especializada de Santiago. Ese coste, según los primeros cálculos que de momento han llevado a cabo los colegios notariales, será de 95 euros. Los traslados también estás tasados: 18 euros por hora si el desplazamiento es en la propia localidad y 24 si es fuera. Pero los notarios avisan que salen del despacho por fuerza mayor. No resultará sencillo convencerlos para que den fe de un matrimonio en la playa, por ejemplo.
Los profesionales consultados admiten que les genera una cierta ilusión poder celebrar bodas, pero que afrontan esta tarea, «como una escritura más», según la opinión de Isidoro Antonio: «Y en lo que tiene que ver con la actividad de una notaría, será algo anecdótico». En ese sentido y frente a las interpretaciones de que el Gobierno quería compensar a los notarios ante la caída de la compraventa inmobiliaria, estos coinciden que sus nuevas atribuciones apenas tendrán relevancia en su volumen de negocio.