Empieza la retirada de las barras de combustible nuclear de Fukushima

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Las barras de combustible del reactor 4 serán retiradas por una grúa y trasladadas a una piscina.
Las barras de combustible del reactor 4 serán retiradas por una grúa y trasladadas a una piscina. tepco< / span>

La delicada operación en el reactor número 4 durará un año

19 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Todo lo que se ha hecho hasta ahora en la central nuclear de Fukushima, dos años y medio después del accidente, es un juego de niños comparado con lo que queda por delante. Hasta el momento se ha intentado contener la radiactividad mediante la refrigeración de los reactores y del combustible atómico y evitar, aunque en este caso no con demasiada fortuna, la fuga de agua tóxica utilizada para enfriar el uranio. Pero queda la parte más delicada: retirar y descontaminar las más de cuatrocientas toneladas de combustible altamente radiactivo que se encuentran en los reactores. La operación, en una primera fase, empezó ayer, pero serán necesarias aún varias décadas para resolver el problema. Y el cuidado en el trabajo deberá ser extremo, para evitar cualquier incidente en una intervención de máximo riesgo. El coste también será muy alto, de miles de millones de euros.

El reactor número 4

Más de 1.500 barras de combustible. El operativo comenzó ayer en el reactor número 4 con la retirada de 1.553 barras de combustible. Es, pese a su complejidad, la actuación más sencilla, ya que esta instalación no estaba en funcionamiento en el momento del accidente y, presumiblemente, las barras de uranio y plutonio no han sido dañadas. «En cualquier otra central sería una operación rutinaria, mecánica», explica el catedrático de Física Nuclear de la Universidade de Santiago Ignacio Durán Escribano. A priori no existe mayor dificultad que cargar el combustible mediante una grúa y depositarlo en una barrica de almacenaje seco que, a su vez, se ubicará en una piscina. Luego será trasladada a un camión e introducida en otra piscina. Nada que no se haya hecho ya en otras ocasiones, solo que las condiciones de trabajo en la planta de Fukushima con una alta radiactividad son excepcionales y cualquier mínimo fallo conlleva un riesgo. Las barras de uranio y plutonio deberán extraerse de una en una y la grúa deberá operar con el máximo cuidado, a una velocidad máxima de un centímetro por segundo. Solo este proceso tardará un año.

Reprocesamiento

Fuera de Japón. Aunque ayer no se facilitó ninguna información al respecto, el paso lógico es llevar estas barras a un centro de procesado para recuperar la parte de combustible que sea posible y eliminar los tóxicos contaminantes. Japón carece de este tipo de instalaciones, por lo que lo normal sería trasladar el material a Francia en un viaje que a buen seguro generará mucha polémica.

Los otros tres reactores

Una operación sin precedentes. Retirar las barras de combustible de los otros tres reactores, que sí están dañadas, retorcidas o fundidas unas con otras, supondrá el verdadero problema, ya que nunca hasta ahora se ha hecho algo semejante. «Eso sí será realmente la parte conflictiva, en la que habrá que improvisar», subraya Durán Escribano. El desafío espera para el 2015.