José Ramón Alonso: «El propio cerebro limita los amigos, aunque tengas miles en Facebook»

mariluz ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Dice que el próximo reto es saber por qué aparece el alzhéimer

15 nov 2013 . Actualizado a las 14:51 h.

El físico danés Niels Bohr tenía una teoría para explicar por qué el bueno gana siempre los duelos de pistoleros de las películas del Oeste. Creía que el malo, en su vileza, siempre maquinaba para desenfundar primero, y el bueno reaccionaba de forma casi automática, usando un circuito con menos neuronas. Es parte de una de las historias que cuenta José Ramón Alonso Peña (Valladolid, 1962) en su libro Dispara tú primero y otras historias de la neurociencia, galardonado con el premio Prisma de la Casa de las Ciencias de A Coruña. Alonso es catedrático de Biología celular y director del laboratorio de Plasticidad Neuronal y Neurorreparación en la Universidad de Salamanca.

-Neurociencia, qué complicado...

-El cerebro es la estructura más compleja del universo. Pero cada vez descubrimos más cosas gracias a la tecnología, vemos neuroimágenes, el cerebro en funcionamiento. En los últimos diez años hemos avanzado más que en los diez mil anteriores.

-En ese avance, ¿cuál es el reto de los próximos años?

-Saber por qué se mueren las neuronas en un momento determinado, por qué aparece el alzhéimer. Puede que se publique un día en la primera plana de los periódicos o que se vayan ganando pequeñas batallas como sucede con el cáncer.

-Dice que el cerebro pone un límite a las relaciones sociales, que es imposible tener tantos amigos como dice Facebook.

-El propio cerebro pone límite a los amigos, aunque tengas miles en Facebook. Hay un círculo pequeño de entre 2 y 10 personas a las que pedirías dinero. Otro de 25 que formaría la pandilla, con los que salimos. Y si ampliamos la lista a aquellos con los que mantenemos contacto, llegaríamos a 150, el número de Dunbar. Al final, a pesar de Facebook, el número de personas que están realmente en nuestro círculo social se ha mantenido durante siglos.

-Explica investigaciones y patologías con historias humanas.

-Los científicos no son unos señores de bata blanca a los que se les ocurre una idea de repente. Son personas con pasiones, sus envidas, su trabajo, su honestidad... Tienen algo de niños, quieren seguir aprendiendo, seguir jugando. Eso es la ciencia de verdad. Me imagino a Bohr con una pistola de juguete en el pasillo de la universidad...

«La siesta te permite ser más productivo y reduce los ataques al corazón»

Henry Gustav Molaison fue el paciente más famoso de la neurociencia en el siglo XX. Tras una operación cerebral perdió la capacidad de almacenar nuevos recuerdos. Con 27 años, quedó varado para siempre en 1953. También lo cuenta José Ramón Alonso en su libro.

-Yo lo conocí. Era de trato muy gradable. Estaba congelado en los años cincuenta. Si le preguntabas quién era el presidente, te decía que Eisenhower.

-También recurre a personajes recientes. Utiliza a Amy Winehouse para criticar con dureza el consumo de drogas.

-Me encantaba Amy Winehouse. ¿Cómo puede decir alguien que se marchó por la puerta grande? Tenía toda la vida por delante. Para mí el club de los 27 es el club de los majaderos. Las drogas secuestran el circuito del placer, alteran la escala de valores, se ponen por encima de todo, hasta de la propia vida.

-Y dice que la siesta es el mejor invento español. Eso en Alemania no va a gustar.

-Pues te permite ser más productivo. Y reduce los ataques al corazón. Tendría que recomendarse en los centros sanitarios.

-¿Tiene entre manos otro proyecto de divulgación científica?

-Otro libro con historias cortas. Todavía es un manuscrito, pero tiene título: El emperador de China y los gatos danzarines.