Enfermeras insinuantes
En este sentido, Plaza llama la atención sobre el «predominio de disfraces que se dirigen a presentar a las mujeres de una forma más sexi, incluso aunque sean de figuras profesionales, como enfermeras o doctoras». «Comparados con los mismos para hombres, se produce un tratamiento muy distinto que redunda en la corriente social general de representar a las mujeres destacando principalmente el aspecto físico», según Marisa Soleto, de Fundación Mujeres. Afirma que «las mujeres eligen libremente aquello que creen que las pone en valor, que las va a hacer sentir aceptadas». El problema, según plantea, es que esta opción se adopta en una cultura de «hipersexualización» de la imagen femenina, que quizá no ha sido capaz de realzar aspectos de la mujer que no tengan que ver con su físico y sexualidad.
Una mentalidad arraigada
Laura Lozano, propietaria de Partyland, no comparte este argumento. «Hemos escuchado muchísimas veces por parte de las clientas decir 'me voy a disfrazar pero no voy a ir fea, sino guapa'. Es una mentalidad que ya está de alguna forma arraigada en la mujer española. La verdad es que puede sonar sexista, pero es lo que la sociedad de algún modo pide», declara.