Gran Bretaña relanza su plan nuclear pese a Fukushima

r. r. garcía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Firma el contrato para construir la primera planta en casi 20 años

22 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Alemania, Italia, Bélgica... Son países que decidieron abandonar de forma progresiva la energía nuclear o renunciar a los proyectos de recuperación de esta fuente para la generación de electricidad después del impacto provocado por la catástrofe de Fukushima, ocurrida hace algo más de dos años y medio y de la que Japón no solo no se ha recuperado, sino que aún no tiene encauzado el problema de las fugas radiactivas.

Este consenso general fue roto ayer por Gran Bretaña, que ha firmado un contrato de 18.900 millones de euros con empresas francesas y chinas para la construcción de la que será su primera central nuclear en casi veinte años. La última planta del país en entrar en servicio fue la de Sizewell-B, en 1995, y, desde entonces, no se había levantado ninguna otra. También es cierto, sin embargo, que el Reino Unido no hace más que reafirmarse en su plan de renovación del parque nuclear, el mismo que fue aprobado por el Gobierno laborista en el 2008 y que luego fue ratificado por el conservador David Cameron. El diseño de la planta, de tercera generación y que incluye la puesta en marcha de dos reactores, ha sido encargado a la firma francesa Areva.

Francia y China

Los titulares de la instalación serán el Grupo EDF, con entre un 45 y un 50 % de participación; Areva con un 10 %, y dos empresas chinas (China General Nuclear Corporation y China National Nuclear Corporation). La central está previsto que empiece a funcionar en el 2023 y que aporte el 7 % de la energía eléctrica de Gran Bretaña.

«Nos permitirá reforzar y asegurar nuestro modelo energético gracias a una fuente de electricidad segura, fiable y producida en nuestro territorio», explicó ayer el primer ministro David Cameron, quien destacó que los dos reactores contribuirán «a la seguridad de nuestro abastecimiento a largo plazo». De hecho, sustituirá a otras plantas de gas y carbón ya viejas.

El Reino Unido mantiene sus planes invariables pese a Fukushima, lo que no hizo Italia, país que había renunciado hace ya muchos años a la energía nuclear mediante un referendo popular, pero que luego fue obviado por el Gobierno de Berlusconi para poner en marcha un nuevo plan atómico. Ahora vuelve a la situación anterior.