El trabajo de los investigadores gallegos también descarta otras teorías sobre los romaníes, que apuntaban a que los romaníes podían ser originarios de Egipto. «No existe ningún vínculo genético con Egipto ni con las poblaciones norteafricanas», apunta Antonio Salas.
El estudio tiene una relevancia importante en el campo de la genética de poblaciones, pero su interés no se agota en esta especialidad. También puede ofrecer un interés para la medicina. De hecho se enmarca en una serie de proyectos que buscan encontrar las causas biológicas de las enfermedades infecciosas en la edad pediátrica. Todos los individuos a los que se secuenció su genoma habían padecido meningitis.
Más homogénea
La población romaní es especialmente interesante para el estudio de la enfermedad debido, precisamente, a su gran homogeneidad en comparación con otras poblaciones, por lo que, en teoría, resultará más fácil detectar las causas genéticas que subyacen en la enfermedad meningocócica. «Esa homogeneidad es lo que permite detectar mejor las variaciones genéticas que puedan predisponer a padecer determinadas enfermedades. Es más fácil caracterizar estas poblaciones. Luego, lo que haremos será comparar los datos con los de las población en general», explica el pediatra Federico Martinón-Torres, del hospital clínico de Santiago.