El gerente de la conservera, Luis Escurís, ve positiva esta iniciativa, ya que «acerca la actividad diaria del pueblo a los turistas, ofrece un valor añadido a la zona dándoles a conocer las riquezas del mar y otorga protagonismo a las manos que hacen posible que cada conserva sea un placer para el paladar».
El turismo industrial va dirigido a un viajero curioso que tiene interés en fábricas, bodegas, minas, centros de producción o talleres artesanos. El objetivo es saber qué hay detrás de cada producto, cómo se hacen las cosas o cómo se hacían en el pasado y cuál ha sido su evolución. Precisamente, la quinta edición del Congreso Europeo de Turismo Industrial se desarrollará en Ferrol del 17 al 19 de junio del 2014.