La cebolla que no hace llorar, gran protagonista de los premios Ig Nobel

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Las investigaciones más extravagantes e impensables fueron galardonadas en la nueva edición de los anti-Nobel

14 sep 2013 . Actualizado a las 12:16 h.

Dos equipos de investigadores japoneses han sido galardonados en la última edición de los Ig Nobel, trasunto paródico de los prestigiosos galardones entregados anualmente por la academia sueca. Por séptimo año consecutivo, el archipiélago nipón recibe tal galardón, otorgada por Annals of Improbable Reasearch, revista satírica que da reconocimiento a aquellos raros logros científicos que dibujan una sonrisa al tiempo que inducen a la reflexión. Los evaluadores se han decantado en esta ocasión por el hallazgo de una enzima que abre el camino para crear cebollas que no hagan llorar y un proyecto que demuestra que la ópera prolonga la esperanza de vida de ratones trasplantados.

House Foods, empresa popular en el país asiático por su curry instantáneo, indagaba en los orígenes del misterioso color azul que tiñe el sofrito de cebolla y ajo cuando dieron con una enzimaque estaría detrás del clásico lagrimeo ocular. La síntesis de la misma no alteraría ni el sabor ni el olor de la hortaliza, alisando el camino hacia una hipotética cebolla inocua que anularía los incómodos vapores irritantes desprendidos por su cortes. Shinsuke Imai, cabecilla del proyecto, compartió la gratificante noticia con aquellos que prestaron su glándula lacrimal en pos del progreso científico.

Asimismo también han sido galardonados departamento científico de la Universidad Teikyo. Masanori Niimi dirigió un proyecto que concluyó que las composiciones de Verdi y Mozart aceleran la regeneración celular en ratones trasplantados de corazón. «Ningún sonido había resultado tan efectivo», afirmaba orgulloso el profesor.

Otras valiosas extravagancias también se entregaron en estos Ig Nobel celebrados en la Universidad de Harvard como la invención de un sistema eyector que expulsa al vacío al potencial secuestrador de un avión. La Universidad Pierre Mendes-France también fue premiado por demostrar que cuanto más bebemos, más atractivos nos sentimos.

El anti-Nobel de la Paz, por su parte, le fue otorgado al presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, quien declaró ilegal aplaudir en público.