La Semana de la Moda de Nueva York se tiñe del diseño español

DPA NUEVA YORK

SOCIEDAD

PETER FOLEY

Una de las apuestas más interesantes de la moda «made in Spain» llega de la mano de la gallega Isabel Río

04 sep 2013 . Actualizado a las 21:47 h.

La Gran Manzana ultima todos los detalles para inaugurar mañana jueves la gran Semana de la Moda del continente americano, marcada esta temporada por la interrupción, de momento indefinida, de la Fashion Night's Out.

Este septiembre los «fashionistas» neoyorquinos -y prácticamente los amantes de la moda de las principales ciudades del globo terrestre- se quedarán sin la fiesta «after-hours» de las compras y el entretenimiento, creada en 2009 por la editora de «Vogue» de Estados Unidos para impulsar la economía del país en plena recesión.

Sin embargo, una de las grandes novedades del programa viene protagonizada por la presencia de nuevas firmas españolas en el calendario de la Mercedes Benz Fashion Week, en el que más de 80 marcas presentarán sus propuestas para la próxima temporada primavera/verano.

La firma barcelonesa Desigual desembarca por primera vez en la pasarela neoyorquina abriendo la primera jornada en el Lincoln Center for the Performing Arts, junto a BCBG Max Azria o la uruguaya Candela.

Una de las apuestas más interesantes de la moda «made in Spain» llega de la mano de la gallega Isabel Río, la primera española en graduarse en el master de diseño más prestigioso de la escuela Parsons.

Río expondrá, junto a sus selectos compañeros de promoción, su primera colección el 12 de septiembre en los Milk Studios de Meatpacking, en uno de los desfiles más esperados por los editores y cazatalentos de la industria.

«Estoy muy nerviosa y con mucho miedo a enseñar mi trabajo en un desfile en Nueva York, pero al mismo tiempo tranquila porque estoy contenta con el resultado de estos dos últimos años en Parsons y con mi colección final», señala en exclusiva a dpa la joven diseñadora, quien recientemente fue fichada para colaborar con Narciso Rodríguez.

Desde Madrid llega a la Gran Manzana la diseñadora Carmen March al frente de Pedro del Hierro, presentando el próximo 7 de septiembre su colección primaveral con guiños flamencos para un público global.

El desfile se enmarca en la expansión del Grupo Cortefiel en Estados Unidos que, con el apoyo de Retail Group of America, abrirá en el país seis tiendas de la firma Cortefiel en los próximos meses.

Completa la parrilla española Custo Barcelona: un imprescindible de la cita neoyorquina y la apuesta más sólida del panorama nacional, marcado por la presencia intermitente de nombres como Toni Francesc, Miguel Adrover o Josep Font.

Entre los veteranos de la pasarela del Lincoln Center encontramos a Carolina Herrera, Michael Kors, Diane Von Furstenberg, Vera Wang o Hervé Léger, junto a firmas más jóvenes como Zac Posen, Rachel Zoe o Tory Burch.

Como ya viene siendo habitual en los últimos años, cada vez son más las marcas que eligen escenarios alternativos de la ciudad para presentar sus colecciones, como Victoria Beckham en la legendaria Biblioteca Pública de Bryant Park, Ralph Lauren en una galería de arte del Soho o Tommy Hilfiger en una de las lonjas del río Hudson.

Otros de los desfiles «obligados» vendrán protagonizados por Oscar de la Renta, Narciso Rodríguez, Marc Jacobs, Donna Karan, 3.1 Philip Lim, Jason Wu, MM6 Maison Martin Margiela, Prabal Gurung, Alexander Wang, Thakoon o Derek Lam.

Más allá de la pasarela, Nueva York se prepara para una gran concentración de «celebrities», «it girls» y otras personalidades, quienes durante una semana desfilarán por el anhelado «front row», fiestas y eventos de recaudación de fondos.

En referencia a dicho alud de «estrellas», Oscar de la Renta ha recortado para su presentación del próximo 10 de septiembre en su showroom de Midtown la lista de invitados a tan sólo 350 asistentes para evitar, según él, la excesiva atención que reciben de la prensa.

La organización de la Mercedes Benz Fashion Week calcula que más de 100.000 invitados asistirán a los desfiles entre el 5 y el 12 de septiembre, dejando a la ciudad una cifra estimada de 20 millones de dólares.