Ocho de cada diez españoles se oponen al copago sanitario

David Valera / Colpisa

SOCIEDAD

La valoración del sistema público de salud retrocede ligeramente por primera vez desde 2004, según el último barómetro ministerial

14 ago 2013 . Actualizado a las 22:02 h.

Los españoles rechazan el copago sanitario en todas sus variantes.

Así, ocho de cada diez ciudadanos se oponen ampliamente a tener que pagar por acudir a la consulta del médico o a urgencias, según el Barómetro Sanitario de 2012 publicado ayer por el Ministerio de Sanidad. También rechazan abrumadoramente (75,8%) aumentar el copago farmacéutico introducido por el Gobierno el año pasado. Ni siquiera están de acuerdo con que los pensionistas a partir de una determinada renta tengan que pagar una parte de sus fármacos. Sin embargo, el 67,5% de los españoles tampoco están dispuestos a que se eleven los impuestos para sufragar directamente el gasto sanitario, la otra posibilidad de financiar la sanidad pública.

El barómetro muestra, además, cómo los recortes en la sanidad -7.000 millones de euros en 2012, año de la encuesta- empiezan a tener consecuencias en la atención de los ciudadanos y, por tanto, en la valoración que realizan del servicio. Aunque los encuestados dan un aprobado a la sanidad pública con un 6,57, la nota significa un retroceso de dos centésimas respecto a 2011. A pesar de tratarse de una pérdida exigua supone la primera disminución de la valoración desde 2004. De hecho, este descenso es más acusado al preguntar por el funcionamiento del sistema sanitario. Y es que el 70,6% de los españoles considera que funciona bien o muy bien. Una cifra que supone dos puntos y medio menos (73,1%) en comparación con el año anterior y más de tres puntos de caída respecto al máximo de 2010 (73,9%).

Es decir, la percepción es positiva, pero claramente descendente.

En cualquier caso, todas las áreas del sistema aprueban, aunque la más valorada es la atención primaria (7,3), seguida de los especialistas (6,83), la asistencia en los hospitales (6,79) y las urgencias (6,08).

Entre los aspectos más valorados de la atención primaria se encuentran la cercanía de los centros (8,09) y la confianza que transmite el médico (7,8).

Una vez más, la principal queja de los ciudadanos tiene que ver con las listas de espera tanto en atención primaria como en las consultas de los especialistas o en los ingresos hospitalarios. En concreto, los encuestados suspenden con un 4,9 el tiempo que tarda un médico en verle desde que pide la cita y apenas valoran con un 5,04 el tiempo que se tarda en realizar las pruebas diagnósticas. Además, un 58,8% de los encuestados asegura que nunca o casi nunca logra cita en su centro de salud para el mismo día. En concreto, la media se sitúa en los 3,57 días. El tiempo para acudir a un especialista es considerablemente mayor. El 48,4% de los españoles debe esperar entre uno y tres meses para lograr la cita, un 17,2% hasta seis meses y solo el 16,2% logran ser atendidos en los 15 días después de solicitarlo.

Más conformes se muestran los españoles con el trato y la información transmitida por el médico (7,29) o el número de especialidades a las que tiene acceso (7,64) así como a los medios técnicos existentes en los centros (7,54). Resultados similares obtiene la valoración de los hospitales públicos, donde vuelve a suspender (4,84) el tiempo de espera para un ingreso no urgente.

La mayoría de las personas que acudieron a urgencias por decisión propia -es decir, sin una indicación médica- (43%) se debió a la falta de coincidía con el horario del médico de cabecera y en segundo lugar (35,6%) porque consideraron que en el hospital había más medios para ser tratados.

En medio de las protestas sobre la privatización de seis hospitales en la Comunidad de Madrid, los españoles dejan claro en el barómetro su preferencia por los centros públicos frente a los privados en todas las áreas sanitarias (atención primaria, asistencia especializada, hospital y urgencias). Además, los españoles consideran que la sanidad pública es superior a la privada respecto a la tecnología y medios de que dispone (66,9%), en la capacitación de los médicos (61%), de las enfermeras (60,2%) así como de la información y el trato que reciben los usuarios (49,5%).

Por contra, consideran más ventajoso un centro privado por la rapidez en la atención (61,5%) -sin listas de espera- y el confort de las instalaciones (52,2%).