Siguiendo los pasos de Mariano Rajoy

SOCIEDAD

Gonzalo y Ana y sus hijos Lucía, Anita y Gonzalo, por la ruta que estos días recorre Rajoy.
Gonzalo y Ana y sus hijos Lucía, Anita y Gonzalo, por la ruta que estos días recorre Rajoy. martina miser< / span>

Los turistas, sorprendidos al saber que recorren la misma ruta que el presidente

13 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Con permiso de Bárcenas y Cameron, a Mariano Rajoy le gustaría repetir lo que cuenta la leyenda que hizo san Ero, un monje del monasterio de Armenteira que se quedó dormido con el canto de un pájaro y no despertó hasta muchos años después. Quizás por eso el presidente del Gobierno eligió para sus vacaciones estivales los mismos parajes de O Salnés en los que se quedó traspuesto el religioso y por eso también, desde que el sábado llegó a Villa Alicia, en Ribadumia, todas las mañanas hace la Ruta da Pedra e da Auga y sube ocho kilómetros rodeado de molinos hasta llegar el cenobio, que data del año 1150.

Lo hace bien temprano, el primer día en compañía del presidente de la Autoridad Portuaria de Marín-Pontevedra y marido de Ana Pastor, José Benito Suárez. Compañía no le falta, pero el presidente trata de evitar las horas más concurridas. Porque lo cierto es que se trata de una ruta muy visitada por la que pasean familias enteras, mujeres embarazadas y ciclistas. Todos ellos tratan de escapar estos días del calor que aprieta en las Rías Baixas.

Ayer había muchos madrileños por la zona. Como la familia formada por Gonzalo y Ana, que caminaban junto con sus hijos Lucía, Anita y Gonzalo. «Falta otra más, Carmen, que se fue a pasar el día en Portugal con la abuela», explicaba la madre. Veranean en Sanxenxo desde hace 17 años. «Llevábamos una semana de playa y decidimos cambiar. Ya conocíamos la ruta de Lores, pero esta es la primera vez que la hacemos». No tenían ni idea de que estaban siguiendo los pasos del presidente del Gobierno. «¡No me digas! Pues mañana venimos y lo saludamos», decían entre risas.

Huyendo de la playa

Otros, lejos de buscar autoridades o famosos, lo que buscan es tranquilidad y relax. Es el caso de Ramón Alfonsín, un vecino de Pontevedra que ya hizo la ruta en más ocasiones. «Yo dejo a mi mujer en la playa y me vengo al monte», explica. Sí, sabía lo de Rajoy, pero ni había coincidido con él ni lo buscaba. «No tengo interés», dice encogiéndose de hombros.

Lo mismo le pasa a Javier, un joven de Meaño que cuando puede coge la bici y alterna la ruta de Armenteira con otros parajes. «Sí sé lo de Rajoy, pero no, no coincidí con él». Cerca pasea la familia Durán. Loli, Arturo, Carlos y las pequeñas Nerea y Blanca, junto con Helga, que con un embarazo avanzado, espera la llegada de Aarón. «No sabíamos nada, nos lo tuvo que decir nuestro primo de Murcia», decía Loli entre risas refiriéndose a Arturo, que sí estaba informado.

La ruta parte desde la salida de la autovía de O Salnés hacia Armenteira y finaliza en el atrio del monasterio allí situado. Un paraje entre piedras e historia donde, a sus habituales encantos, usted puede añadir este mes el de compartir una caminata y un café con el presidente del Gobierno. Si gusta.