El Seprona realiza un trabajo de prevención y disuasión constante en las zonas de la sierra que considera conflictivas. Entre otras cosas, hace un seguimiento de los nidos localizados, que en algunas ocasiones cuenta con el apoyo de la Asociación Xuvenil para o Estudo da Natureza (Axena), que mantienen actualizado desde hace varios años el censo de este tipo de aves en Barbanza. Las esperas para sorprender in fraganti a los alimañeros o la colocación de cámaras de trampeo que hacen fotos o vídeo son otras herramientas de las que se vale el Seprona para avanzar en la investigación.
Lo que ya está claro es el perfil de los delincuentes. Se trata de personas de la comarca y que, por tanto, conocen el terreno que pisan y las localizaciones de los nidos. Además, también saben cuales son las mejores vías de escape para abandonar el lugar.