Willy Toledo se va a vivir a Cuba

La Voz

SOCIEDAD

El actor criticó en una televisión venezolana la situación de España y Europa y alabó los regímenes de izquierdas latinoamericanos

06 may 2013 . Actualizado a las 21:42 h.

«A partir de mayo me iré a vivir a la Habana», ha admitido el actor Willy Toledo, conocido por su activismo político, en una entrevista al canal venezolano TeleSur en la que no ha dudado en alabar las políticas de Hugo Chávez y de los líderes de la izquierda latinoamericana y en criticar la situación en Europa, «donde somos víctimas del neoliberalismo, del capitalismo salvaje y de la deshumanización de los políticos».

El madrileño ha comenzado la entrevista valorando muy positivamente regímenes como el venezolano o el cubano, por ser procesos «humanistas» que han «utilizado los recursos naturales y las riquezas de sus países para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos», sobre todo, la educación y la sanidad gratuitas.

Willy Toledo se mostró muy crítico con Europa y dijo, tras ser preguntado por el presentador, que se llevaría «todo» de los regímenes latinoamericanos a Europa, destacando sobre todo la «concienciación del pueblo respecto a su propia valía y a su propia participación en el proceso» algo que, según él, se ha perdido en el viejo continente. «En Europa recibimos cantidad de palos e injusticias y no sabemos reaccionar», resumía.

Sobre la situación en su país de origen, que el entrevistador calificó como «la España de los suicidios», Willy Toledo destacó su déficit democrático. «No vivimos en una democracia», dijo tras explicar que la policía «arremete con brutalidad y sadismo a un pueblo que solo exige democracia» y que, a pesar de todo, los grandes creadores de opinión «tienen la desfachatez de exigir democracia y derechos humanos en Latinoamérica».

Willy Toledo se despachó a gusto sobre los principales actores políticos de España. Sobre los partiso progresistas, consideró que todos «toda la izquierda debería apoyar sin fisuras a Cuba». Del rey Juan Carlos destacó su relación con Franco y lo definió como «un agente comercial de las grandes empresas multinacionales que se lleva una comisión en esas operaciones». A Rajoy lo ha tachado de «fascista nacionalcatólico y heredero del franquismo». Y, en cuanto a Baltasar Garzón, cree que «tiene dos caras»: una válida, la de su «lucha contra las dictaduras» y otra que anula la anterior, la de los crímenes que han pasado por su oficina y que no ha investigado, sobre todo de «miembros de la izquierda aberzale independentista vasca que han denunciado torturas y malos tratos».