Chanel destapa el secreto de su perfume Nº 5 en una exposición en París

AFP

SOCIEDAD

BENOIT TESSIER

Un recorrido artístico y olfativo sumerge al visitante en el entorno que inspiró a Coco Chanel para crear la fragancia más vendida en el mundo

03 may 2013 . Actualizado a las 23:11 h.

El Palacio de Tokio de París acogerá desde el 5 de mayo al 5 de junio la exposición «N° 5 Culture Chanel», una muestra con la que la firma francesa quiere resaltar el entorno artístico vanguardista del que se alimentó la modista Coco Chanel a lo largo de su vida para crear su marca. En ella, se exhibirán objetos de culto, como el icónico perfume nº 5, que han inspirado a su vez a numerosos artistas.

Este recorrido artístico y olfativo se inicia en un jardín vertical, sembrado de jacintos, y concluye en un taller que desgrana la composición del perfume N° 5 y el herbolario con las flores preferidas de Coco Chanel. La escenografía de esta exposición gratuita es minimalista: tres filas paralelas de vitrinas transparentes y rectangulares que recuerdan el frasco del célebre perfume, creado en 1921 y el más vendido en el mundo, todavía hoy. Cada vitrina lleva al visitante a un juego de correspondencias en el que se descubren las fuentes de inspiración de Mademoiselle Chanel, los acontecimientos que marcaron su vida, sus lugares favoritos y los vínculos personales que tejió con los artistas en su época.

También se desgranan en la muestra sus recuerdos en el orfanato donde creció y los de sus viajes a Italia o su mitología personal, en torno a personajes como Catalina de Médicis, la astrología, objetos y libros llenos de reminiscencias como el incensario o la Biblia. También se exponen a lo largo del recorrido obras de arte, fotografías, películas, archivos y objetos preciosos procedentes de los grandes museos internacionales o de colecciones privadas y en el centro, la artista holandesa Irma Bloom imprime en relieve su visión del mundo de Chanel en una serie de libros blancos.

Todos los grandes artistas de principios del siglo XX están presentes: Cocteau, Picasso, Apollinaire, Stravinsky, Picabia, Modigliani, Tristan Tzara, Man Ray, Dalí, Diaghilev, representantes de la modernidad que eligió y de la abstracción que atraviesa las corrientes artísticas de la época.

El Nº 5, más que un perfume

Y es que «el N° 5 no es un perfume, es un objeto de culto que se basa totalmente en la aventura artística histórica», indica el comisario de la exposición Jean-Louis Froment. Nace en un contexto artístico en ebullición desde la revolución cubista de las Señoritas de Avignon de Picasso en 1907 y el Futurismo italiano en 1908.

Cuando Gabrielle Chanel encarga a Ernest Beaux que «componga una mezcla abstracta, única y suntuosa», apostilla: «un perfume inimitable, un perfume de mujer con olor a mujer (...), un perfume artificial, preciso, artificial como un vestido, es decir, fabricado». Lo compondrá con jazmín, ylang ylang o flor de cananga, iris y otros 80 ingredientes en total, entre los que hay gran cantidad de cuerpos químicos de síntesis, los aldehídos, y «trazas de limón sobre fresas».

«Coco Chanel dio una forma a su ausencia de amor»

El N° 5, recuerda la exposición, fue para Coco Chanel una manera de recrear en algo inmaterial y sensual la ausencia-presencia del gran amor de su vida desaparecido en 1919 en un accidente de coche, Boy Capel. «Gabrielle Chanel dio una forma a su ausencia de amor -explica Froment-. A la muerte de Boy Capel, sublimó su ausencia con un perfume». Y como Coco Chanel se apegó a los símbolos desde la infancia, será el 5, su número fetiche como los cinco dedos de la mano y la quinta propuesta de Ernest Beaux, la cifra que bautice a su gran icono. En cuanto al frasco, se dice que su línea geométrica y su tapón imitan a la célebre plaza Vendôme y que el doble C se inspira en los vitrales de Aubazine y la firma de Caterina de Médicis.

El Nº 5 inspiró a su vez a otros artistas, entre ellos, Andy Warhol. La exposición muestra también su popularidad a través de la publicidad, desde la primera aparición publicitaria en Harper's Bazaar en 1937 a las musas que lo han llevado y han proclamado sus virtudes: Marilyn Monroe, Catherine Deneuve, Carole Bouquet, Nicole Kidman, Audrey Tautou... Hasta Brad Pitt, primer hombre imagen de este perfume.