Giusto Sciacchitano: «El papa debe reconducir el IOR a la legalidad»

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto ROMA / ENVIADO ESPECIAL

SOCIEDAD

Este juez cree que el escándalo Vatileaks, ligado a la curia, resta posibilidades a un italiano para suceder a Benedicto XVI

13 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Giusto Sciacchitano (Palermo, 1940) es el actual procurador nacional antimafia de Italia. Antiguo colaborador del juez Falcone, asesinado en 1992, estudió en los seminarios de Palermo y Roma, antes de licenciarse en Derecho en la Pontificia Universidad Lateranense. Sciacchitano es próximo al Vaticano y, en particular, al cardenal Gianfranco Ravasi, uno de los papables que más suenan para suceder a Benedicto XVI.

-¿Qué opina de la renuncia?

-Es un acto muy dramático y muy revolucionario. Dramático porque, evidentemente, impone a todos una gran responsabilidad; y revolucionario porque no es muy común en la historia de la Iglesia y llevará muchos años comprender el verdadero significado de la renuncia.

-¿Cómo debe ser el nuevo pontífice?

-Benedicto XVI ha sido un papa grandísimo a nivel intelectual, y todavía se ha hecho más grande con la renuncia. El nuevo papa debe continuar la misma línea, sobre todo en lo que concierne a la legalidad dentro de la Iglesia. El papa ha hecho mucho contra la pedofilia, un problema que en la época de Juan Pablo II se tapó; y luchó contra la situación financiera del IOR (el Instituto para Obras de la Religión, es decir, el banco vaticano). El papa debe reconducir el IOR hacia la legalidad. Naturalmente también está el gran problema de la disminución de vocaciones en el mundo, aunque estas están aumentando en África y en América Latina.

-Después de un pontífice polaco y otro alemán, ¿ha llegado la hora de volver a elegir a un italiano? Angelo Scola figura como el gran favorito.

-Yo no creo que salga un papa italiano, porque aquí es donde está la curia y le ha afectado el tema del Vatileaks.

-¿Y la pederastia?

-La pederastia es un problema de Estados Unidos y de los pueblos del norte de Europa, no de los latinos.

-El cardenal Ravasi lo llamó para colaborar en el Patio de los Gentiles. ¿En qué consiste?

-Es una iniciativa impulsada por Benedicto XVI para abrir un espacio de debate entre gente de diversa fe, filosofía y cultura (creyentes y laicos). Toma su nombre del patio o atrio que estaba en el templo de Jerusalén, un espacio donde podían entrar aquellos que no eran hebreos para dialogar o debatir.

-¿Qué influencia real tiene la Iglesia en la política italiana?

-Es algo que está superado, no es para tanto. En Italia, como en tantos otros países europeos, ha disminuido la fuerza política de la Iglesia. No es como antes.