Mano de obra barata para los zapatos del papa Benedicto XVI

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Doce euros al día por hacer los «Prada» mexicanos del Pontífice

02 mar 2013 . Actualizado a las 17:30 h.

No son las condiciones de semiesclavitud denunciadas en las factorías de Foxconn, el gigante taiwanés que produce componentes para las principales compañías electrónicas del mundo. Pero la situación laboral de los trabajadores de la fábrica del mexicano Armando Martín Dueñas dista mucho de ser idónea. Los zapatos «artesanales» elaborados por esta firma de la ciudad mexicana de León, en el estado de Guanajuato, son los favoritos de Su Santidad Benedicto XVI, que a partir de hoy paseará con ellos por los jardines de la residencia pontificia de Castelgandolfo. El papa emérito ha mostrado en varias ocasiones su predilección por este calzado, que empezó a usar tras el viaje que hizo al país centroamericano en la primavera del 2012 y que algunos confundieron con un modelo de la marca de lujo Prada.

Pero en la fábrica de Armando Martín Dueñas no hay glamur y sí mucho sudor. Los trabajadores ganan, como en la mayoría de las 4.000 empresas del calzado de Guanajuato, 206 pesos por jornada, unos 12 euros al cambio. Algunos puestos concretos, como el de pespunteador, se benefician de la falta de mano de obra especializada y consiguen doblar esa cifra: cobran 3.000 pesos a la semana, unos 178 euros.

Según un reportaje publicado en el diario mexicano Milenio, «los empresarios de Guanajuato suelen pagar poco a sus trabajadores y no asumen su responsabilidad social. Los dueños de las empresas se hacen ricos ellos y dejan al trabajador en la miseria». Martín Dueñas, que preside la Cámara de la Industria del Calzado local, ha acusado públicamente a la competencia china de los males que aquejan al sector. El último estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social reveló que el 48 % de los guanajuatenses viven en la pobreza.

El zapatero ha asegurado estos días que tiene listos otros tres pares más de escarpines para Benedicto XVI, todos en «rojo obispo» y elaborados con piel de becerro neonato, que garantiza un confort sin parangón. Promete enviárselos «lo antes posible» para que pueda seguir desgastando las suelas en su retiro, el primero de un papa en seis siglos.