El Homo antecessor, homínido europeo más antiguo, medía 1,73

EFE

SOCIEDAD

Según el estudio más ajustado hasta el momento, realizado por investigadores de Atapuerca, es más alto de lo que se pensaba

26 feb 2013 . Actualizado a las 21:54 h.

El Homo antecessor, el homínido más antiguo descubierto en Europa, pudo medir entre 1,73 y 1,74 centímetros, algo más alto de lo que se pensaba, según el estudio más preciso que se ha realizado hasta la fecha sobre su estatura, realizado a través de una metodología desarrollada por el equipo de Atapuerca y que se basa en los huesos de los pies.

Con este nuevo modelo, publicado en la última edición de la revista científica Forensic Science International, se ha conseguido la estatura más «ajustada posible» del Homo antecessor, que estaba establecida anteriormente en 1,71 centímetros, según han explicado Ignacio Martínez, profesor de la UAH y miembro del equipo de Atapuerca y el investigador Adrián Pablos, del centro mixto de la Universidad Complutense y del Instituto Carlos III sobre Evolución y Comportamiento Humanos, autor principal del artículo científico.

Pablos, que también pertenece al grupo de Atapuerca desde el año 2005, ha explicado que la metodología que se ha desarrollado en su equipo de investigación permite fijar la estatura de una forma más precisa en individuos de los que no se dispone del esqueleto completo. «La mejor forma de calcular la estatura es siempre el esqueleto completo, pero no siempre es fácil disponer de ello, por lo que se recurre a modelos matemáticos» basados en la proporcionalidad. Es decir, los individuos grandes tienen huesos grandes y los sujetos pequeños también los tiene pequeños. Lo más eficaz es usar los huesos largos directamente implicados en la estatura, como el fémur y la tibia.

En paleontología y ciencias forenses, los restos disponibles dificultan la aplicación de los métodos, con lo que la nueva metodología con la que se ha establecido esta nueva estatura para el Homo antecessor es mucho más robusta, ya que se basa en el tarso o metatarso del pie, piezas que, debido a su pequeño tamaño, suelen conservarse completos y sirven para realizar un cálculo más próximo a la realidad.

Una metodología que se ensayará próximamente sobre el Homo heidelbergensis y que podrá ser aplicable tanto a los fósiles como al área forense en el futuro.