Por su parte, el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, trasladó a Benedicto XVI en su discurso de despedida la «tristeza de la Iglesia» por su renuncia al Pontificado, una decisión, dijo, que demuestra «su pureza de corazón. No seríamos sinceros, santidad, si no le dijéramos que hay un velo de tristeza en nuestros corazones», le dijo con visible emoción.