Los miles de presentes le respondieron con una gran ovación, aún mayor que la que le dedicaron a su llegada al Aula Pablo VI para la tradicional audiencia de los miércoles. Benedicto XVI entró en sala a las 10.44 horas local, mientras los fieles en pie, aplaudieron, le expresaron frases de cariño y ondearon banderas de diferentes países.
Benedicto XVI entró sólo, acompañado a varios metros de distancia de su secretario personal y prefecto de la Casa Pontificia, Georg Ganswein. Sonriendo, el obispo de Roma respondió con las manos a los afectos de los presentes, mientras sonaba música religiosa. Inmediatamente después leyó el breve texto y comenzó la audiencia, cuya catequesis dedica a la Cuaresma, que comienza hoy.