Respecto a la decisión de Benedicto XVI de hacer firme la renuncia a las ocho de la tarde del 28 de febrero, Lombardi explicó que ello se debe a que esa es la hora en la que normalmente deja de trabajar todos los días el Pontífice.
El portavoz precisó que no existe ningún motivo «jurídico» en esa decisión del Papa, »quien ha considerado esa hora como el momento de hacer firme su renuncia, ya que es el momento del final de la jornada laboral