Como sabe hacerlo desde hace ya varias décadas, Chanel recreó la silueta Chanel, inconfundible por sus trajes de tweeds, que ofreció en una variedad de colores, comenzando con el blanco, que acompañó de leggings blancos o brillantes, y pasando luego al parma, al champán, al azul y al negro. Entre los más de 60 modelos presentados, ofreció también vestidos cortos y largos, muchos de ellos impresos con flores, acompañados de mallas, o sandalias.