Hollande propone eliminar los deberes durante la primaria

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Asegura que los trabajos en casa perjudican a los más desfavorecidos

18 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente francés, François Hollande, anunció en la Universidad de París, la Sorbona, que prepara una reforma educativa en la que se priorice el trabajo en clase. Para el socialista, «un programa de educación es, por definición, un programa social» y por eso va a adoptar medidas que vayan en ese sentido, centrándose especialmente en la enseñanza primaria.

Las propuestas más novedosas son: aumentar en medio día la semana lectiva -actualmente es de cuatro jornadas, ya que el miércoles es libre-, incrementar en 60.000 el número de profesores (10.000 para el próximo curso), fomentar la asistencia a clase con más unidades en las zonas de la periferia y, sobre todo, prohibir los deberes. Para Hollande, «el trabajo debe hacerse en la escuela, no en casa», porque si se deriva al hogar supone implicar a las familias, y eso automáticamente penaliza a quienes viven en entornos menos favorecidos, ya que los niños no pueden recibir la ayuda de sus padres.

Hollande responde así al reto de una escuela que no acaba de convencer. Las jornadas escolares son muy largas -para conciliar con el trabajo de los padres- y el número de repetidores alcanza porcentajes de récord en Europa: el 40 % de los jóvenes de 15 años han repetido al menos una vez, frente al 13 % que es la media de la OCDE.

Medida polémica

Lo que parece claro es que el presidente galo se encontrará con críticas a su medida. Aunque los deberes se prohibieron en la educación primaria hace décadas -concretamente en 1956- esta norma no se cumple, y de hecho este mismo mes salió una encuesta que dice que siete de cada diez franceses apuestan por el trabajo escolar en casa. Claro que la Federación de Consejos de Padres de Alumnos de Francia (FCPE) cree que los trabajos en casa son negativos para los niños pequeños, y por eso este año inició un debate en el país -con huelga de deberes incluida- que, en el lado español, contó con el apoyo de la Ceapa. La idea es que los niños jueguen, hagan deporte y descansen.