La gallega llevó a la pasarela de jóvenes diseñadores una trabajada colección
04 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La Mercedes-Benz Fashion Week no solo se ha rendido a las firmas gallegas consagradas. Ayer volvió a hacerlo a las promesas de la moda de Galicia en el arranque de El Ego, la pasarela que nació en la antigua Cibeles como lanzadera de jóvenes diseñadores. Y es que la colección de Eva Soto Conde (Vilagarcía, 1984) arrancó merecidos aplausos a un minucioso trabajo que llevó el Origami -el arte oriental del plegado de papel- a coloristas y arquitectónicas piezas de organdí suizo.
«La moda sin espíritu artístico se queda en simple confección», sostiene, explicando que por eso estudió a la vez Bellas Artes y Moda, «porque el mundo del arte le da ese toque que permite que te distingas de los demás».
No en vano su colección, formada por 18 piezas (la mayoría vestidos y faldas cortas), esconde nada menos que 80 metros de organdí suizo plegado con maestría para crear volúmenes y texturas sorprendentes. Sirva de ejemplo que una sola falda, entretelada en papel, está confeccionada con una única pieza de cinco metros de tela.
Colores fuertes -verde, azul eléctrico y un único vestido rojo- conforman su universo creativo, aderezado con bordados y pinturas de acuarela para vestidos y faldas cortísimas que recuerdan delicados tutús de ballet y corolas de flores.
Soto Conde compartió pasarela con otra debutante, Leyre Valiente, con la que tiene en común el amor por los volúmenes en las prendas, pese a que la propuesta de Valiente se centró más en una mujer futurista, con alusiones a animales mitológicos y fantásticos.
Ana Balboa y Arnau P. Bosch completaron los desfiles de El Ego, apostando respectivamente por la sencillez y la vuelta a la estética de los noventa.
Díez, blanco total
La mañana fue para los consagrados, como Carlos Díez, que ofreció una colección alejada de su estética habitual, apostando por un look blanco integral. El color y los estampados animales con tintes naíf fueron la propuesta de María Escoté, que hizo desfilar llamativos perfectos de colores (corales y verdes) combinados con falditas cortas de vuelo.
Sita Murt dibujó sobre la pasarela a una mujer sofisticada y envuelta en punto, mientras que Totón Comella, alma de TCN, Dolores Cortés y Guillermina Baeza llenaron de sensualidad las propuestas lenceras y de baño para la próxima temporada primavera-verano.
TCN reivindicó los colores flúor para la ropa interior, Cortés defendió los estampados étnicos para bikinis, bañadores y triquinis, y Baeza puso el punto retro de inspiración pin up.