
La investigación, de cuyos cálculos se ocupará el supercomputador «Finisterrae», pretende desenmarañar la relación entre los vientos antárticos y el vórtice polar
09 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Finisterrae, el supercomputador ubicado en el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga), está inmerso en una nueva misión: se encarga de los cálculos necesarios para la investigación del Instituto de Ciencias Matemáticas del CSIC (Icmat) que pretende desenmarañar la relación entre los vientos antárticos y el agujero de la capa de ozono en el conocido como vórtice polar, un sistema de circulación ciclónica a gran escala que hace de barrera al transporte de partículas e impide el intercambio de aire entre el interior y el exterior del vórtice.
Según la hipótesis de la investigación, el aislamiento generado incide en las condiciones bajo las que se forma el agujero en la capa de ozono en la Antártida.
El papel de Finisterrae en la investigación de Ana María Mancho, Álvaro de la Cámara, Jezabel Curbelo y Carolina Mendoza es el de realizar los cálculos de varios contextos oceánicos y atmosféricos sobre la dispersión de partículas, una investigación que, aunque a priori parece alejada del común de los mortales, de ser capaz de encontrar patrones en la dispersión de partículas permitirá lidiar con problemas como las cenizas del volcán Eyjafjalla, que paralizaron el espacio aéreo europeo durante varios días.