Garzón piensa que «Suecia no quiere oír» a Assange antes de su extradición

EFE

SOCIEDAD

El exmagistrado compareció en compañía de la madre del fundador de Wikileaks

03 ago 2012 . Actualizado a las 22:14 h.

El exmagistrado español Baltasar Garzón, que integra el equipo legal que defiende al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dijo hoy que en su opinión Suecia «no quiere oír» al australiano antes de lograr su extradición.

En una rueda de prensa, en Quito en compañía Christine Assange, madre del fundador de WikiLeaks, Garzón comentó la negativa de la fiscalía sueca a tomar declaración a Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres.

Para Garzón, esa posición de las autoridades judiciales sueca responde a que «Suecia no quiere oír lo que el señor Assange tiene que decir antes de que lo lleven a Suecia».

Ello «porque si así aconteciera probablemente ningún tribunal sueco seguiría insistiendo en la extradición», dijo Garzón, quien añadió que es una práctica común tomar declaraciones a una persona en alguna embajada.

Pero insistió en que se imagina que si no lo hacen «es porque no quieren oír lo que el señor Assange tenga que decir en su descargo, y lo quieren oír, pero después».

Julian Assange está siendo buscado por la Justicia sueca por presuntos delitos sexuales, aunque el australiano ha negado las acusaciones y, tras alegar se objeto de una «persecución», pidió asilo en la Embajada de Ecuador en Londres.

El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, reveló el lunes que Ecuador solicitó a Suecia que tome declaración a Assange en su Embajada, a lo que se ha negado la Fiscalía sueca, de acuerdo a la agencia británica PA.

También comentó la reciente revelación de Christine Assange sobre un procedimiento judicial en Estados Unidos contra su hijo y dijo que «el gran jurado constituido al parecer en el estado de Virginia es el que estaría llevando en secreto esa investigación».

«Parece ser que los cargos pueden ser los de espionaje, incluso los de traición, colaboración con el enemigo, es decir, acusaciones no ya fuera de lugar sino totalmente insostenibles en un estado de derecho y con derecho a tener una defensa máxime cuando se trata de cuestiones que afectan» a la libertad de expresión e información, dijo el exmagistrado.

Las autoridades ecuatorianas sopesan el riesgo de que sea juzgado por razones políticas y pudiera ser condenado a muerte, en el caso de ser extraditado a Estados Unidos, donde podría ser sentenciado por filtrar cables diplomáticos de ese país.