Julio entona su agosto en Galicia

SOCIEDAD

La leyenda se mete en el bolsillo a 5.000 personas en la plaza de Fefiñáns

02 ago 2012 . Actualizado a las 12:37 h.

La carraspera que noqueó al Tigre de Gales, impidiéndole cantar en Santiago, le dejó el terreno despejado para convertir su regreso en el primer gran concierto del verano en Galicia. Julio Iglesias -que había sonado como baza principal de las fiestas compostelanas para verse desplazado finalmente por Tom Jones- no desaprovechó la ocasión y firmó anoche un recital pletórico ante 5.000 seguidores entregados a la causa del más grande desde la plaza de Fefiñáns, en Cambados. Justicia poética, dirán algunos. Para gustos.

Arrancó puntual, a las diez y diez, cantándole al amor su primera pieza. Micro en la izquierda, mano derecha a media altura, meneo al cable, la escenografía mítica de la casa. «¡Cuánta morriña, cuánto tiempo!», fueron las primeras palabras que dirigió a un publico entusiasta antes de prometer «una noche especial en una tierra tan especial para mi», dijo Julio, mejor y mas animado cuando las tres chicas del coro le acompañaban sobre el escenario. Cayó pronto un tango de definición extraordinaria: «La asociación mas natural que tiene una pareja para concebir un hijo en posición vertical». Y, claro, también Un canto a Galicia. El glamur, el lujo, la bohemia de conquistador, la Galicia de Botón de Ancla, de Concha Velasco paseando los tejados de la Catedral con Andrés do Barro, del Pelegrín, todo, de alguna forma, cantó con él mientras la luna remontaba las almenas de Fefiñáns.

Un regalo en directo

Entre el público que ayer se dio cita en Cambados para ver a Julio Iglesias se encontraba Karina Falagán. La conocida empresaria ya disfrutó de la música del artista el sábado pasado en León y desde allí regresó en tren a Galicia con un regalo que tenía intención de entregarle al artista durante el concierto de ayer, un cuadro del pintor Obdulio Fuentes.