La recreación de la caída del templo deja a la vista una sorprendente imagen de la Quintana
25 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Menos mal que el desplome de la catedral de Santiago en plena celebración del Apóstol fue solo una de las muchas y logradas recreaciones audiovisuales del espectáculo multimedia con el que anoche comenzó la celebración del Día de Galicia.
El realismo de la caída de la fachada, como si de un castillo de naipes se tratase, dejó atónitas a las miles de personas que desde media tarde fueron invadiendo la plaza del Obradoiro para no perderse ni un segundo de un espectáculo en el que cada vez priman más los efectos en tres dimensiones que los propios fuegos de artificio, que también los hubo.
Tras la hecatombe se hizo la luz y la imagen de la plaza de A Quintana, que desde el Obradoiro queda oculta por la propia catedral, emergió de lleno, y con ella, el suspiro y el aplauso de la multitud.
El hilo conductor del espectáculo fue la historia del Camino, lo que permitió solapar imágenes de la Basílica de San Pedro y Fisterra. Y cómo no, un botafumeiro que ya le gustaría a Madonna para su gira.
La tradicional quema con fuegos de artificio se sustituyó en la recreación multimedia por unas llamas casi infernales que compitieron en belleza con las luces que regalaron al granito de la catedral los colores de Petra. Los más imaginativos vieron en algunas proyecciones hasta la ciudad de Nueva York. Y todo sin salir de la plaza del Obradoiro.