Este can de palleiro de pura raza puede presumir de ser el primero de su especie preparado para practicar terapia asistida y asistencia.
16 jul 2012 . Actualizado a las 06:00 h.Fusco ladra en gallego. Este can de palleiro de pura raza puede presumir de ser el primero de su especie preparado para practicar terapia asistida y asistencia. Solo le falta hablar. Coge las cosas del suelo, abre cajones, enciende la luz y hasta le quita la chaqueta o los zapatos a la persona a la que atiende. «Hace de todo. Además de ayudarte en tus labores cotidianas también te defiende si hace falta», destaca Javier Mouriño Grandío, de 31 años, la persona que cada día se beneficia de la inteligencia de este gallego de cuatro patas que realiza a la perfección unas tareas hasta ahora reservadas a razas como el labrador.
Tras muchos entrenamientos específicos, Fusco se doctoró. Javier sufrió un accidente de coche hace diez años y desde entonces precisa de una silla de ruedas para desplazarse. Lleva con Fusco como compañero de fatigas más de un año. «¡Xunto!», le dice al perro con autoridad para que el animal camine sin despegarse mucho de la silla.
Fama inmerecida
Ahora, explica Villazala, están trabajando en en un proyecto multidisciplinar con la doctora Adriana Ávila, profesora de terapia ocupacional de la Universidade da Coruña, para que este tipo de perros también presten sus servicios en geriátricos, en cárceles o incluso para que ayuden a niños autistas.
Títulos
Fusco es el primer can de palleiro de asistencia y puede que muy pronto Javier Mouriño se convierta también en la primera persona con discapacidad que obtiene el título de educador profesional de cánidos. La prueba no será fácil. «Es un examen durísimo con el que se le certificará para manejar perros. La parte teórica es en el mes de septiembre», apunta Villazala. Javier empieza a mover la silla de ruedas para cruzar una calle y Fusco, siempre fiel, siempre atento, no se despega de él.
En un futuro, podrían ayudar en geriátricos, cárceles y a niños autistas
Javier sigue los consejos del adiestrador Octavio Villazala, que defiende la importancia de la labor que realiza el can de palleiro. «Mucha gente lo sigue identificando con el perro mestizo de las aldeas, que tiene fama de poco listo. Pero esto es otra cosa», comenta Villazala, director del centro canino Montegatto, mientras observa con satisfacción al can con pedigrí. «Ya hay más de cuatrocientos ejemplares de pura raza. Con el apoyo de la Xunta se lleva trabajando mucho tiempo desde el Club de Can de Palleiro para aunar los patrones raciales, que son antiquísimos. Es un perro que se dedicaba al pastoreo, a la protección del ganado, al cuidado de los niños... Y todo a cambio de un trozo de pan o un hueso», añade el adiestrador.