«La frustración es el catalizador de la invención»

Javier Armesto Andrés
javier armesto REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

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La filosofía de este inventor británico es anteponer la función a la forma

09 abr 2012 . Actualizado a las 07:10 h.

James Dyson (Norkfolk, Inglaterra, 1947) es el rey Midas del diseño industrial doméstico. Formado en el Royal College of Art de Londres, se hizo famoso por la primera aspiradora sin bolsa y ahora construye ventiladores sin aspas y secadores de manos que funcionan a velocidad supersónica.

-Usted empezó haciendo muebles y luego se pasó al diseño industrial. ¿Por qué?

-El diseño de muebles me resultaba un poco limitado, trabajábamos solo con madera. El diseño industrial me impresionó por las innumerables aplicaciones que tiene: puentes, aviones, coches, carreteras... Uno de mis profesores, Anthony Hunt, diseñador de la estación Waterloo de Londres, me contagió su entusiasmo por la construcción y el diseño de puentes. Ambas disciplinas, diseño e ingeniería, me engancharon totalmente.

-«La frustración es la base de la invención». Explique esa idea.

-La frustración es el catalizador de la invención. Es necesario experimentar frustración por algo que no funciona del todo bien para cuestionar cómo hacer que funcione mejor. Inventé la carretilla Ballbarrow al ver que las ruedas de la mía se hundían constantemente en el jardín de mi casa. Las aspiradoras con bolsa eran otra espina clavada para mí; me frustraba ver cómo mi aspiradora Hoover empujaba la suciedad de un lado a otro en lugar de aspirarla. Así que decidí desmontarla y ver por qué no funcionaba. Quince años y 5.127 prototipos más tarde nació la primera aspiradora Dyson sin bolsa. Para su diseño me inspiré en un gran ciclón industrial que vi durante una visita a un aserradero.

-¿Cuál es la filosofía de su trabajo?

-Nuestro objetivo como ingenieros es hacer más con menos, eliminando los consumibles innecesarios; por eso nuestras aspiradoras no utilizan bolsa y nuestro secador de manos Airblade elimina la necesidad de abastecernos de costosas toallas de papel.

-¿Qué siente un inventor cuando, después de muchos esfuerzos para desarrollar una idea, para convencer a la gente y para producirla, finalmente esta tiene éxito, como ocurrió con su aspiradora DC01?

-Es una sensación indescriptible. La DC01 fue un largo y arduo camino, invertí mucho tiempo, esfuerzo y dinero, pero cuando por fin logré lanzarla al mercado bajo mi propio nombre supe que era el comienzo de algo bueno y que todo había merecido la pena.

-¿Qué cantidad invierte Dyson en I+D?

-El año pasado invertimos cerca de un millón y medio de libras a la semana en I+D+i. Para nosotros es vital; en nuestra sede central de Malmesbury (Inglaterra) trabajan 650 ingenieros. Y eso requiere una gran inversión. Por supuesto, no todos los proyectos salen a la luz, y los que lo hacen requieren incluso más de tres años de investigación y desarrollo.

-Teniendo en cuenta la actual crisis energética y económica, ¿vamos hacia un diseño más sostenible? ¿Todo lo que se diseñe estará enfocado hacia la ecología y economía de medios?

-La sostenibilidad es un término que muchas veces se desvirtúa y utiliza solo con motivos marketinianos. Es similar al término diseño, muchas empresas solo se preocupan por el diseño de sus productos al final del proceso, para que se vean bonitos. En Dyson creemos que la ecoeficiencia ha de ser parte integral del proceso, por eso anteponemos la función a la forma y tratamos de conseguir un mejor rendimiento con una mayor eficiencia y utilizando menos materiales.

sir james dyson ingeniero y diseñador industrial